El salesiano Don Rosario Stroscio, durante 40 años fue el capellán de las Misioneras de la Caridad de Madre Teresa, así como, con sus 97 años de edad, era considerado el salesiano más anciano de la Inspectoría de la India-Calcuta, falleció el pasado 9 de junio. El funeral está programado para el viernes 14 de junio a las 14:30 hora local, en el santuario mariano de Bandel.
El P. Stroscio, ha sido uno de los 460 misioneros salesianos que fueron a la India desde 1906 hasta hoy, nació en Furnari, Sicilia, en 1922. Llegó a la India en su adolescencia, en 1939, después de dejar Sicilia tras las huellas de los misioneros que tanto le habían impresionado en su juventud. Comenzó una vida de compromiso y pobreza. “Éramos muy pobres, pero felices. Debíamos tener cuidado al salir por la noche, porque todavía había tigres”, dijo hace unos años al “Corriere della Sera”.
Él, sin embargo, llevó la Cruz y explicó el cristianismo a los indios con sencillez. Ya en el primer mes, fueron un grupo de 20 personas que pidieron el bautismo. Y fue solo el inicio.
En su larga vida tuvo que superar muchas dificultades, Una de las dificultades fue cuando en 1940 Mussolini declaró la guerra al Reino Unido y la India era colonia y fue internado en un campo. Fue liberado en 1944 e inmediatamente reanudó su misión.
Fue testigo de muchos acontecimientos importantes, pero en la mente del misionero estaba sobre todo el encuentro con la Madre Teresa. “Ella buscaba el rostro de Jesús en los demás, y lo encontraba en los moribundos, en los desfavorecidos, en los discapacitados, en los huérfanos y en las mujeres enloquecidas por la violencia”.
Además de construir la gran iglesia dedicada a María Auxiliadora en Gobra, Calcuta, el P. Stroscio fue el primer Presidente Nacional del Movimiento Sacerdotal Mariano.
Fue profesor en el Instituto Salesiano de Sonada y posteriormente Inspector (INC) (1967-1973), fue acusado del delito de “conversión” durante su servicio misionero en Maliapota y corrió el riesgo de ser deportado. Fue entonces cuando Madre Teresa intervino y pidió al gobierno marxista que lo hiciera capellán de las Misioneras de la Caridad en el gran centro de rehabilitación de “Prem Dan” en Calcuta. Las autoridades retiraron la orden de expulsión y, a partir de 1979, el P. Stroscio siguió residiendo en Calcuta.
El P. Stroscio pudo “devolverle el favor” a la futura santa algunos años más tarde, cuando, en 1997, Madre Teresa fue hospitalizada por problemas cardíacos y el entonces Arzobispo de Calcuta, Mons. Henry Sebastian D’Souza, le pidió al P. Stroscio que le diera la Unción de los enfermos, y en aquella ocasión la madre se recuperó.
El P. Stroscio, conoció al Venerable Francisco Convertini (1898-1976) especialmente los últimos años en que vivieron en la misma comunidad religiosa. Fue su superior Inspectorial y director de la comunidad en la que murió el P. Convertini el 11 de febrero de 1976.
El P. Stroscio concluyó el anuncio de la muerte del P. Convertini con hermosas palabras de elogio: “Toda su vida fue un magnífico testimonio de la técnica más fecunda del ministerio sacerdotal y de la obra misionera. Podemos resumirlo en la sencilla expresión: ‘Para ganar almas para Cristo no hay medio más poderoso que la bondad y el amor’ ”. Palabras que también son confirmadas por la larga y laboriosa vida misionera del P. Stroscio.
Fuente: Agenzia Info Salesiana