(ANS – Lima) – El 1 de agosto de 2019 fue presentado oficialmente por el Vicario Inspectorial de la Inspectoría “Santa Rosa de Lima” P. Humberto Chávez, y por el P. Vicente Santilli, al Arzobispo de Lima (Perú), Mons. Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio, el “Supplex libellus”, la petición oficial con la que la Congregación Salesiana, en la persona del Postulador General, P. Pierluigi Cameroni, solicita la apertura de la investigación diocesana sobre las virtudes, la fama de santidad y los signos del P. Luis Bolla, Sacerdote Salesiano de la Sociedad de San Francisco de Sales. Un testimonio original de vida consagrada, de evangelización e inculturación del Evangelio y del carisma salesiano en sesenta años, compartiendo plenamente la vida de los pueblos indígenas Shuar y Achuar de Ecuador y Perú.
Luigi Bolla nació en Schio (Vicenza) el 11 de agosto de 1932 en el seno de una familia profundamente cristiana. Tenía 11 años cuando una tarde, al entrar en la capilla del oratorio, oyó una voz que decía: “Tú también puedes ser sacerdote, ¿por qué no lo haces?” Al año siguiente, en las mismas circunstancias y en el mismo lugar, escuchó la misma voz: “Serás misionero en la selva entre los nativos y les darás mi Palabra. Caminarás mucho”.
Hizo sus primeros votos como salesiano el 16 de agosto de 1949. En 1953, a la edad de 21 años, partió para Ecuador. Posteriormente a los estudios de teología fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1959. Aprendió el español y el idioma Shuar para trabajar con el grupo étnico. Pero la llamada que el Señor le hacía era otra. Dios desea que entregara su vida al pueblo Achuar, integrándose en esa cultura. Observando que el mayor número de Achuar se encontraba en Perú, en el de febrero de 1984, pasó definitivamente a la Inspectoría Salesiana de Perú para trabajar en el Vicariato Apostólico de Yurimaguas. Años de soledad y aislamiento le esperaban por la distancia y la ausencia de hermanos salesianos con quienes formar una comunidad. Sin perder su identidad salesiana y sacerdotal, se identificó con el pueblo Achuar. A pesar de los peligros y dificultades de todo tipo, nunca perdió la fe en Dios. Continuó estudiando las costumbres, etnología y cultura de ese pueblo. Su misión principal fue siempre proclamar el Evangelio a todos los Achuar.
Publicó los primeros escritos en Achuar para que los niños aprendieran su lengua materna. Además de las primeras publicaciones, realizó otras publicaciones reconocidas internacionalmente.
El P. Luis Bolla no se ha limitado a proclamar la Palabra de Dios, sino que ha trabajado tenazmente para acompañar al pueblo Achuar en su organización, fomentando la educación y ocupándose de la salud y el desarrollo de estas personas, que lo amaron y lo apreciaron llamándolo: “Yánkuam’ Jintia: Estrella luminosa del camino”. La vida de este gran misionero se apagó se apagó en Lima, el 6 de febrero de 2013.
Ha escrito el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime: “El patrimonio espiritual y cultural del Padre Bolla es extraordinario. El inicio de su Causa de Beatificación nos permite conservarlo, profundizarlo y transmitirlo a las nuevas generaciones como respuesta significativa a los grandes desafíos que la Iglesia y la humanidad de nuestro tiempo afrontan en este momento de la historia. La grandeza de esta Causa es de gran amplitud que tiene relación con la celebración del octubre de 2019 en la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos que reflexionarán sobre: “Amazonía: nuevos caminos hacia una Iglesia más encarnada”. Un Sínodo que interesa a toda la Iglesia y que empieza, como hizo el Padre Bolla, por escuchar a los pueblos indígenas y a todas las comunidades que viven en la Amazonía.
Con la Causa del Padre Luis Bolla, el número de candidatos a la santidad de la Familia Salesiana se eleva a 171.
Fuente: InfoAns