(ANS – Jerusalén) – Ayer, 10 de septiembre, la reliquia de Don Bosco hizo su entrada en Tierra Santa. Se ha cumplido así uno de los deseos de este Santo turinés, que en su vida habría querido ir en persona al lugar de nacimiento de Jesús, pero nunca tuvo la oportunidad. La llegada de Don Bosco en Tierra Santa, justo ahora, en un momento en que todo Medio Oriente sufre vientos de guerra, confirma a los fieles en la oración y en la solicitud de su intercesión por la paz.
Para dar la bienvenida a la urna con la reliquia de Don Bosco, en la Puerta de Jaffa, estuvo el Patriarca latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, junto a los miembros de la comunidad salesiana local y a todos los fieles que, invitados por el Patriarca con una carta pública, quisieron participar en este acontecimiento especial. A continuación, la urna fue trasladada a la Co-Catedral del Patriarcado latino y allí se realizaron las Vísperas.
Durante el día de hoy, miércoles 11, la urna va acompañada de Jerusalén a Belén. Para llevar a cabo esta ruta el convoy también pasa por el puesto de control situado cerca de la tumba de Raquel, donde están a la espera de la urna los niños del centro artístico de la Escuela Técnica Salesiana, acompañados por los operadores del Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS) presentes en Palestina. También el día de hoy se espera la urna en el Baby Caritas Hospital, el hospital pediátrico que se encuentra cerca del muro erigido por las autoridades israelíes en la frontera con Palestina.
El jueves la urna estará en Beit Jala y luego en Cremisán y, por la tarde, se dirigirá a Nazaret. Otras etapas de la peregrinación están previstas en los siguientes días en Haifa, Jaffa y Beit Jemal; la reliquia luego regresará a Jerusalén, donde permanecerá hasta el 19 de septiembre. En cada lugar, la reliquia será acompañada y celebrada con liturgias eucarísticas, procesiones, vigilias y momentos de adoración.
«Don Bosco – explica a Fides Mons. William Shomali, vicario del Patriarcado Latino de Jerusalén – al final de su vida quería hacer un viaje a Tierra Santa, pero no le fue posible cumplir su deseo a causa de las condiciones de salud. Ahora viene de una manera diferente, a través de sus reliquias y así mantiene su promesa. Nosotros justo en este momento necesitamos de él. Ahora que en todo Medio Oriente, en Tierra Santa, en Egipto, en Irak y en Siria, todos los países en donde trabajan muchos salesianos hijos de Don Bosco, experimentamos una situación dramática nunca antes vistas, tenemos necesidad de él y de todos los santos. A todos pedimos su fuerte intercesión. Más son fuertes, como Don Bosco, y más recurrimos a ellos”.