(ANS – Tokio) – Entre las reuniones festivas, celebraciones y palabras de aliento para los jóvenes y la Familia Salesiana, la Visita de animación del Rector Mayor a Japón ha continuado en estos días.
Don Ángel Fernández Artime llegó a Miyazaki en la tarde del jueves 8 de noviembre, pasando la tarde con unos 50 profesores de la escuela secundaria salesiana «Hyuga», a quienes el décimo sucesor de Don Bosco recordó que no es suficiente amar a los jóvenes. Es preciso que se den cuenta de que son amados.
El día siguiente comenzó con la misa de la mañana presidida por el Rector Mayor en la escuela «Hyuga», ante unos 700 estudiantes y miembros de la Familia Salesiana. «Unidad» fue la palabra clave de la homilía del Rector Mayor.
Más tarde, el día continuó con un diálogo abierto y franco entre Don Á.F. Artime y los jóvenes que se reunieron allí y la visita del Sucesor de Don Bosco a la Casa Madre de las Hermanas de la Caridad de Jesús, donde se celebra un Congreso Internacional en estos días.
El sábado por la mañana, don Á.F. Artime se reunió con el Consejo Provincial de Japón, mientras que toda la tarde y la noche se reunieron en una gran reunión festiva, que culminó en una gran adoración eucarística, con unos 130 jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS). En esta ocasión, el Rector Mayor instó a los muchachos a tener grandes sueños e ideales, a dedicarse a los demás y a permanecer cerca de Dios. «Creo en ti» y «Os quiero mucho, simplemente porque sois jóvenwa», son algunas de las frases que, como verdadero Sucesor de Don Bosco, el Padre Á.F. Artime manifestó en esta ocasión.
El domingo 11 de noviembre, el Rector Mayor visitó por primera vez una obra simbólica de los salesianos en Japón, la casa «Salesiano Gakuen», que alberga a 80 menores en riesgo de exclusión social. Aquí también el Sucesor de Don Bosco se dirigió a los jóvenes y les invitó a soñar en grande.
Luego, por la tarde, participó en la gran fiesta de la Familia Salesiana japonesa, en la que participaron unas 400 personas. Fue una fiesta que logró combinar muchos aspectos: primero la presentación de los diversos grupos; luego la intervención del Rector Mayor, quien hizo un llamamiento a trabajar juntos y con creatividad, y así «convertirse en una sola cosa para los demás»; luego una solemne eucaristía presidida por mons. Mario Yamanouchi, SDB, obispos de Saitama, y concelebrados, entre otros, por el Rector Mayor y el Inspector de Japón; y, finalmente, una noche de ágape fraterno, embellecido por un espectáculo divertido por el mago salesiano don Mickey Muramatsu, y por los cantos del Rector Mayor, de su secretario y de monseñor. Yamanouchi.