(ANS – Turín) –Solemnidad de Pentecostés, el día de la Auxiliadora de los cristianos. No podría ser una ocasión más solemne para celebrar la «Virgen de Don Bosco» en el bicentenario de su nacimiento y la institución de la fiesta litúrgica de la “Auxiliadora”.
Por Gian Francesco Romano
En un Valdocco que desde la tarde del sábado 23 de mayo aún no ha dormido y continua a recibir a los peregrinos para la vigilia de oración que ha durado toda la noche, junto a ellos los obispos salesianos en Turín han iniciado la jornada del 24 de mayo dando gracias a Dios con la oración de Laudes.
Sucesivamente Mons. Enrico dal Covolo, Rector Magnífico de la Universidad Pontificia Lateranense, guió con un momento de lectio divina para los obispos, en la cuál examinó el papel del Espíritu Santo en la vocación de María y mostró cómo ésta dinámica es propria de toda llamada, y sucede del mismo modo también en las vidas de aquellos que son llamados al ministerio episcopal: los pasos de la llamada y de la elección por parte de Dios, la respuesta del hombre, la indicación de una nueva misión, la perturbación natural que genera y la confirmación por parte de Dios de su ayuda – ha explicado Mons. dal Covolo – son circunstancias que experimenta incluso un obispo en la aceptación de la misión que se le encomendó y que constituye un modelo de comportamiento para no caer en la desconfianza de cara a las nuevas tareas.
El acto central de la mañana fue la celebración de la Santa Misa presidida por el arzobispo de Turín, Mons. Nosiglia en la Basílica de María Auxiliadora. Después de una larga procesión de prelados y la Liturgia de la Palabra, el Arzobispo subrayó en la homilía, cómo el Espíritu Santo ha venido sobre María y los Apóstoles en el momento en que estaban juntos en el Cenáculo. La unidad, la armonía y la comunión fueron, por tanto, los elementos convocantes para la Iglesia, entre los pastores y todo el Pueblo de Dios.
Continuando, Mons. Nosiglia se centró en la imagen de María, que nutriendose de la oración y de la fe,se ha mostrado siempre sensible a las necesidades de los demás y que «ha sabido cómo arriesgarse, porque el Espíritu Santo guía a quienes lo hacen». Finalmente, destacó la misión que ella ha realizado, «llevar a Jesús a los demás», que es la misma petición del Papa Francisco a todos los fieles y que es lo mismo que ha realizado incluso Don Bosco en su tiempo. Por último, exhortó, a los jóvenes a que: «Siguiendo el ejemplo de Don Bosco, no se resignen a este mundo. (…) sino a luchar por un mundo no solo a la medida del hombre, sino a la de Dios. «
Terminada la Misa, los obispos se reunieron bajo la estatua de Don Bosco para una foto de grupo.
Publicado el 24/05/2015