El medio informativo salesiano Agenzia Info Salesiana conversó con el Padre Jean Paul Muller, SDB, Ecónomo General de la Congregación Salesiana, sobre los desafíos que se vienen en los próximos años para la Congregación.
A continuación la entrevista:
¿Qué le ha dejado el CG28?
La gratitud por la experiencia que he vivido. Debo decir que me he quedado sorprendido por la forma de comunicación, veloz y no convencional. Quedó enseguida claro lo que era importante, qué debía ser enfrentado y quién debía hacerlo. Además la presencia de los jóvenes ha subrayado sus prioridades, que deben ser también nuestras prioridades. Nos motivaron a trabajar más intensamente para apoyar sus sueños de un mundo más justo y honesto, con menos descartes y un mundo sin discriminaciones.
En el sexenio pasado, ¿cuáles fueron los ejes fundamentales de su trabajo?
Hemos trabajado para encontrar un buen equilibrio entre la misión salesiana, en constante cambio, y los medios financieros que era necesario encontrar en el mercado del fundraising totalmente cambiado. Ha sido un desafío para las comunidades locales e inspectoriales y porque aumentaron las solicitudes de ayuda en la Sede Central.
Enfrentamos también el desafío que significó cerrar algunas contiendas y procesos que acompañan a la Congregación desde hace años: podemos decir que hemos llegado a una situación en la que se ve “un poco de luz en el final del túnel”. Sin olvidarnos de otra señal positiva de nuestra economía, la reducción de las deudas.
En fin, el hecho de que muchas inspectorías hayan logrado abrir nuevas y costosas estructuras para beneficiar a los jóvenes en dificultad es para mi, la prueba de que la Divina Providencia está siempre cerca de nosotros.
¿En los próximos tres años qué sueña para su sector?
Ahora tenemos que preguntarnos cómo continuar con el trabajo de una manera adecuada para el futuro, pensando a los gastos para la misión salesiana y a las entradas, en gran parte donaciones, que a largo plazo tienen que estar en equilibrio.
La responsabilidad de nuestra Congregación es “descentrada y subsidiada”. Esto requiere una recíproca confianza de base, una elevada disponibilidad al diálogo y permite también investigar y controlar.
La fuerza y la debilidad está en cada individuo salesiano (y laico), y muchas veces en su escasa comprensión de lo qué es la economía. Las Oficinas de Planificación y Desarrollo, los órganos de vigilancia inspectorial y los conceptos de consultación en los institutos en los últimos seis años fueron necesarios y estoy convencido de que aún podemos obtener una mayor profesionalidad en nuestras administraciones (a nivel local, inspectorial y global).
Delante a los problemas globales, si le toca a los superiores encontrar las justas vocaciones en un espíritu misionero, a la economía le toca crear condiciones cuadro, para que esas ideas puedan ser realizadas. Mercado y valores, dinero y misión, lucha contra la pobreza, todo está relacionado y hace parte del carisma salesiano. Y lo que una persona por sí misma no puede realizar, muchos de nosotros estando juntos podemos hacerlo.
Un instrumento que servirá para verificar que el Economato General se encuentre en sintonía con las Inspectorías y que toda la Congregación reflexione sobre los grandes temas, será el congreso “SDB.change.congress2022” que se realizará en Roma, en la Universidad Pontificia Salesiana.
Fuente: Agenzia Info Salesiana