(ANS – Roma) – El Rector Mayor, don Pascual Chávez, invita a la Familia Salesiana a unirse a la Solemne Adoración Eucarística que se celebrará de forma simultánea en todo el mundo el Domingo, 02 de junio. La iniciativa, diseñada en el marco del Año de la Fe, ha recibido la aprobación de conferencias enteras de obispos, parroquias y congregaciones religiosas que se unirán espiritualmente a la adoración eucarística que tendrá lugar en la Basílica de San Pedro en Roma a las 17’00 horas: (GMT +2).
Queridos hermanos y hermanas de la Familia Salesiana,
la Iglesia se prepara para celebrar el Domingo, 02 de junio, en unión con el Santo Padre Francisco, este gran momento de adoración eucarística simultánea en el mundo.
Es realmente una iniciativa hermosa y profunda, ya que da fe de la gran veneración que la Iglesia siempre ha tenido hacia el misterio eucarístico.
Don Bosco tenía una devoción entrañable al Santísimo Sacramento, la vivió con frecuencia cuando era joven, la señaló en el sueño de las dos columnas (30 mayo 1862) como ancla para superar las dificultades de la vida y constantemente la propuso a sus muchachos dejándola como uno de los pilares de su espiritualidad.
La Eucaristía es la fuente y cumbre de la vida de toda la Iglesia, incluyendo su misión. No podemos acercarnos a la Eucaristía sin dejarnos involucrar por la misión que, partiendo del corazón mismo de Dios, tiene como objetivo llegar a todas las personas. Por lo tanto, es parte constitutiva de la forma eucarística de la existencia cristiana el celo misionero que el Evangelio expresa con el imperativo de Jesús a sus discípulos: «Dadles vosotros de comer.»
¡Sin vida eucarística no hay vida apostólica!
El elemento que más que cualquier otro revela el grado en que el misterio eucarístico marca la vida de Don Bosco es la relación con la caridad pastoral, que él expresó en el lema «Da mihi animas, cetera tolle». Estas palabras son el propósito y el camino de Don Bosco para configurarse con Cristo, que ofrece al Padre su vida por la salvación de los hombres.
Os invito a unirse a esta iniciativa: donde sea posible, participando en la Adoración Eucarística en la Catedral, donde no sea posible, reuniéndose como Familia Salesiana. Hagamos nuestras las intenciones del Papa Francisco y, al mismo tiempo, oremos por él y por el mandato que se le ha confiado.