Dando su testimonio, Mons. Rauda, nos dijo que Mons. Romero fue uno de sus modelos a seguir, “modelo de Pastor y mártir de cómo se acompaña al pueblo, como nos lo pide el Papa”.
El prelado afirmó que Mons. Romero desde su sacerdocio, como obispo auxiliar y como arzobispo nos dio a conocer cómo se viven estos diferentes servicios que la Iglesia le pidió a plenitud, hasta dar la vida, dar la vida en plena Eucaristía. Porque fue esa su última homilía, cuando estaba hablando del sentido de la vida y de la muerte, que dijo, preparémonos y unámonos al sacrificio de Cristo, cuando le llegó el disparo. Es muy significativo estás sus últimas palabras de entrega al Señor, dijo Mons. Rauda, y la conciencia de permanecer en el Salvador a pesar de los anuncios que se le dieron de huir de su país. porque su vida estaba en peligro, pero el quiso serle fiel a su pueblo, el mismo lo decía, aunque sea recogiendo los cadáveres en el Salvador, pero yo me quedo.
Y eso es lo que admiran en él, y esto fue el Señor que lo hizo, dijo Mons. Rauda, porque los santos son la respuesta del Señor a su pueblo. En un momento delicado de guerra civil, Dios nos dio un pastor que iluminó desde la Palabra de Dios la realidad. Fue voz de los sin voz, defendió la vida, como a Cristo que da la vida a él se la quitaron.
Fuente: Vatican News