Los Salesianos de Don Bosco llegaron a Madagascar en 1981 y se establecieron en las zonas más remotas y más pobladas de Madagascar, donde se encuentran los jóvenes marginados de familias con problemas. Comprometidos con la educación trabajan con niños que, en la mayoría de los casos, provienen de familias con un solo progenitor tras el abandono de los padres, o son huérfanos.
Además de la misión evangelizadora, los misioneros salesianos en Madagascar dedican sus esfuerzos en un hogar para niños y jóvenes más desfavorecidos y socialmente problemáticos con la finalidad de darles una formación completa: formar buenos cristianos y honrados ciudadanos.
El Centro Nuestra Señora de Clairvaux se encuentra a 15 kilómetros de la ciudad de Antananarivo, en la zona del Aeropuerto Ivato. Es un centro para jóvenes con problemas donde encuentran una nueva familia y donde pueden construir un futuro mejor. Los niños y jóvenes viven en el centro a modo de internado y estudian en el Centro de Formación Profesional como un primer paso para obtener su Certificado de Estudios de Primaria. También hay jóvenes que viven alrededor del pueblo y acuden en la modalidad de medio-internado.
Los salesianos atienden alrededor de 140 internos y 150 niños que estudian en el centro de formación profesional para aprender un oficio. Además de los alumnos del Centro de Formación, la escuela tiene un oratorio con 230 estudiantes, (niños y niñas), que no han comenzado sus estudios de la escuela o los abandonaron por diferentes problemáticas.
Los misioneros salesianos necesitan colaboración para dar alimentación, educación y atención sanitaria a todos estos muchachos durante los nueve meses que dura el curso escolar. Todos ellos son recibidos de forma gratuita en el centro Don Bosco en el que, además de educación, reciben tres comidas diarias: desayuno, comida y cena. Sin atención médica los menores no podrían ni asistir ni aprovechar la educación que reciben.
Fuente: Misiones Salesianas