Ciudad del Vaticano
“Es urgente dedicar los más altos y mejores recursos humanos y materiales a la educación”. Así lo expresa la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en un comunicado de solidaridad en relación con los hechos ocurridos el viernes 10 de enero en un centro educativo en la ciudad de Torreón, donde un menor de 11 años de edad desató un tiroteo en su escuela, privando de la vida a su profesora, dejando varios heridos y, finalmente, quitándose su propia vida. Los prelados reiteran sus condolencias a familiares, comunidad educativa y a la sociedad de Torreón.
Pasar a la acción positiva
En respuesta a los hechos, la CEM ha ofrecido una reflexión, ya anteriormente desarrollada en sus Documentos episcopales “Educar para una nueva sociedad” y “Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna”. Asimismo, el mensaje hace referencia a la reflexión que el Papa Francisco ha hecho sobre los desafíos de una “emergencia educativa”, que servirá como base para desarrollar el Pacto Educativo Global que se firmará en la Ciudad del Vaticano el próximo 14 de mayo. Los prelados invitan “a todos a pasar de la consternación a la acción positiva”.
Forjar una alianza educativa
“Educar requiere una alianza social que nos permita construir una aldea educativa”, dicen los prelados, subrayando la importancia de comprender el sentido de la “misma persona, el entorno natural y cultural del que participa, así como de las instituciones humanas básicas, con el fin de que sepa encontrarse en ellas y las promueva”.
Educar es “formar de manera integral la vida interior del ser humano: su razón e inteligencia, afectos y pasiones, memoria, imaginación, en una dinámica humana, cercana y solidaria”, señalan los obispos mexicanos. Por lo tanto, la tarea es “recuperar la centralidad de la persona humana en la vida educativa de la familia, la escuela y la sociedad”.
La CEM destaca la urgencia de aportar lo mejor para la educación, “principalmente en el ambiente familiar, escolar y social”. Los niños y jóvenes requieren “una alianza educativa entre el mundo académico formal y el no formal”, creando espacios de relación, diálogo y encuentro con los demás, “en donde puedan verificar su existencia en el bien, la verdad y la bondad”.
Exhortación a padres, profesores y sociedad
Con ello, los obispos hacen un llamado a los padres de familia “a renovarse en su responsabilidad de ser los primeros educadores de sus hijos, y dialogar en todo momento con las autoridades escolares”, para respaldarse mutuamente en sus tareas. A los maestros, se les llama “a renovar su vocación de servicio y de entrega, impulsando esfuerzos de legítima asociación y promoción para responder de mejor manera ante este cambio de época que nos toca vivir”.
A nivel social, la Conferencia episcopal invita a “construir una humanidad que revierta la cultura de la muerte”, en una “cultura de la vida, el cuidado, la solidaridad y la restauración de las relaciones humanas, el planeta, la democracia y el pleno Estado de Derecho”.
Finalmente, los prelados reiteran su firme compromiso a trabajar como Iglesia promoviendo “la dignidad humana, a través de la formación de cada persona, atendiendo a su ser que es relación, encuentro y trascendencia”.
Fuente: Vatican News