El padre John Paul Swaminathan, nacido en 1987 en Tamil Nadu, sur de la India, fue enviado a Francia como misionero, y justamente trabajando en Europa, contó cómo su felicidad interior se ha duplicado.
Bendito por haber sido enviado a Francia …
La experiencia más inspiradora y alentadora que me mantiene siempre en movimiento es «la compasión y el amor de Dios por mí». Nunca podré explicar cuán profunda es esta alegría de ser salesiano de Don Bosco. Mi felicidad interior se ve duplicada por la gracia y el don de ser Salesiano Misionero en Europa. Nunca elegí ni quise estar en Francia. Como es el caso de todo misionero, tuve que pasar por algunas luchas al principio, pero Dios estaba, está y estará conmigo. Me siento muy querido por mis hermanos de la provincia de FRB. ¿Qué más necesito que esto? Incluso antes de venir a Francia siempre compartí con mis hermanos salesianos mi deseo de comunicar el amor de Dios a los jóvenes a través de los medios de comunicación. Nunca supe que este sueño tomaría forma en un país desconocido llamado Francia. El plan de Dios y su manera de dirigir es extremadamente inspirador.
¿Cuál es el “valor añadido” o beneficio de un joven SDB procedente de otro continente de trabajar en Europa? ¿Sigue en vigor el “Proyecto Europa” salesiano?
Los hermanos que vienen de diferentes continentes para trabajar en Europa no deben ser vistos e interpretados solo desde el punto de vista de que “la mayoría de los hermanos son ancianos aquí” y por eso la congregación los envía. Somos una congregación internacional, recibiendo y enviando hermanos a los lugares donde se los necesita. Esto es algo que forma parte del ADN de nuestra congregación. La pregunta de si el Proyecto Europa sigue siendo relevante debería ser respondida por cada hermano que comparta con jóvenes misioneros procedentes de diferentes continentes.
Trabajas en dos sectores de tu provincia, animación misionera y comunicación social. ¿Crees que esto es bueno?
Estar en ambos sectores hace que mi trabajo sea más fácil y menos problemático. Siempre tuve un rincón especial para la animación misionera porque soy salesiano. Esta llama siempre permanecerá conmigo. Don Bosco tuvo que afrontar la revolución industrial; hoy nos enfrentamos a la revolución digital y tecnológica. Gracias a COVID-19, esta revolución digital ha salido a la luz y podemos ver y experimentar sus efectos positivos y negativos. Es hora de que los Salesianos de todo el mundo ACTUEN como lo hizo Don Bosco, con el único objetivo de “ver a nuestros jóvenes FELICES aquí y en la eternidad”.
Fuente: Agenzia Info Salesiana