Con gran alegría en el corazón, el 18 de enero, nuestro querido hermano Edwin Seminario, realizó su primera profesión religiosa como Salesiano de Don Bosco. Luego de haber dado este gran paso en su vida como salesiano, Edwin desea continuar su formación para lograr ser testimonio vivo de fidelidad y amor a Dios.
Conoció a los salesianos en el Oratorio Juan Soñador, en Piura. Hacía un año que había terminado el colegio, estudiaba inglés y quería postular a la Marina. Como todo joven, tenía sueños y proyectos en mente. Entró al Oratorio como profesor de inglés, sin saber que sus planes de vida darían un giro inesperado.
“Cuando estuve en el oratorio conocí muchos testimonios de conversión, vi a chicos con muchos problemas y eso me llevó a cuestionarme qué podía hacer yo por ellos”, comenta Edwin. Sin darse cuenta comenzó a practicar una escucha constante con los jóvenes, quienes veían en él a una persona en la que podían confiar.
Entender que Dios ha estado en cada momento de su vida, fortaleció sus convicciones y, acompañado por el padre Pedro Da Silva, decidió seguir el camino de Don Bosco. “Mi vocación es una respuesta al amor de Dios”, dice Edwin con una gran sonrisa. Su motivación más grande para seguir este camino, es la relación que guarda con Dios, a través de la oración.
Le gusta vivir en comunidad, acompañado de sus hermanos, porque siente que comparten un mismo propósito en la vida: ayudar a los jóvenes, sobre todo a los que están abandonados. Es la práctica solidaria lo que lo motiva cada día a seguir adelante, enciende su vocación y reafirma su ser salesiano.
“Lo que más me gusta de Don Bosco es que renunció a sí mismo para llevar esta misión que dios le encomendó. Es ese amor infinito por los jóvenes, lo que llama mi atención”, sostiene Edwin. “Lo que me gusta del ser salesiano es la forma en como amo a dios, como lo hizo don Bosco: en los jóvenes, en nuestros hermanos, a través de esta alegría que nos caracteriza, a través de la caridad y la espiritualidad del buen pastor”.
Los retos que le tocan vivir en adelante los asume con compromiso, con la seguridad de que solo su testimonio vivo de fidelidad llevará a otros jóvenes por el camino de la vocación.