“Quiero pedir a todos que oren al Señor para ayudar al pueblo en este momento difícil, con ese incendio tan fuerte. Estoy cercano al pueblo de Australia”, fueron las palabras del Papa Francisco al finalizar la Audiencia General en el Aula Pablo VI, dirigiéndose a un grupo de fieles de Australia.
Desde hace semanas el país está siendo devastado por los incendios, con más de 8 hectáreas de bosques quemados, unas dos mil viviendas, y con la trágica pérdida de veintiséis vidas humanas y de millones de animales.
Se necesita el compromiso de toda la Iglesia
El presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, Mark Coleridge, ha pedido «un plan nacional» para detener los incendios. «La magnitud de esta crisis exige una respuesta nacional y un compromiso de toda la Iglesia para integrar y coordinar lo que está sucediendo a nivel local», escribe. «Australia está enfrentando una calamidad sin precedentes y el fuego está devorando la tierra en muchos lugares. Aunque no estamos en las áreas más afectadas, todos hemos visto las imágenes apocalípticasor
Entre los saludos, el Sumo Pontífice también tuvo palabras para los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados, y recordó que el próximo domingo celebraremos la Fiesta del Bautismo del Señor. El Papa animó a “redescubrir la gracia que proviene del Sacramento y saber traducirla en compromisos de la vida cotidiana”, y dio una tarea: preguntar la fecha de nuestro bautismo y llevarla siempre en el corazón para agradecer al Señor la gracia del Bautismo.
Fuente: Vatican News