Oye mi oración, Señora,
tú que engendraste al Amor
en tu vientre sin historia.
Sigue engendrándolo ahora,
en mi mente y corazón.
Que al desgranar el rosario
de esos piropos que siento,
libera mi sentimiento,
para que cante mejor
las glorias y las grandezas,
que en tu vida puso Dios.
Alfonso Francia