Estimados hermanos y hermanas, desde la Ciudad de El Vaticano, a pocos días del inicio del Sínodo Panamazónico, la situación actual de nuestro querido pueblo peruano me lleva a hacer la siguiente reflexión:
- La grave situación que hoy marca la política peruana, nos debe llevar a una profunda reflexión, dando respuestas concretas, responsables, y evitando caer en venganzas y/o complicidades, demostrando así madurez política y social en el Perú y en la comunidad internacional. A pesar de esta crisis política, creemos también que el momento actual es una oportunidad única para combatir el circuito de la corrupción grande y pequeña, a todos los niveles.
- También es verdad que no podemos perder la perspectiva de cambiar profundamente las situaciones adversas y mejorar como país, en lo moral y en el respeto al bien común, porque no solo debemos de pensar en grupos sociales y políticos sino en los más de 33 millones de peruanos, especialmente en nuestros niños y jóvenes que son el futuro del Perú.
- Con esta reflexión y escuchando el clamor ciudadano, queremos, como Iglesia, invocar a toda la sociedad y a los actores políticos, a actuar de acuerdo al orden constitucional y democrático.
- Como las interpretaciones son distintas respecto de lo que cada actor político puede hacer o no puede hacer, llamamos a que cada uno de ellos considere a la par el reclamo de sus atribuciones con el respeto al adversario, dado que seguirá siendo un actor político, evitando todo tipo de violencia, venga de donde venga.
- Además, urge la definición, cuanto antes, de una política estable, que perdure por lo menos hasta las próximas elecciones, dada su gran importancia, pues esa estabilidad política definirá al final la próxima representación del país.
- Nos inspira la invocación del Papa Francisco respecto a que: «Hacer una buena y mala política depende de la rectitud de intención, de la bondad de los objetivos a alcanzar y de los medios honestos que se empleen para este objetivo”.
- Convocamos a una jornada de oración por la paz y el desarrollo humano integral de nuestra patria, con la seguridad que juntos haremos grande nuestro Perú, tal como lo cantamos en nuestro Himno Nacional y en el Himno al Señor de los Milagros en este mes de octubre, que hoy iniciamos.
Ciudad del Vaticano, 01 de octubre de 2019
+ Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano