Dedicados a la salvación de los jóvenes,
luchando contra todas las formas de pobreza.
Congregación Salesiana del Perú

DON BOSCO, NUESTRO FUNDADOR

Nuestro Padre San Juan Bosco (1815 – 1888) conocido también como Don Bosco, nació en Castelnuovo en Italia el 16 de agosto de 1815.

Creó el Oratorio, lugar donde se imparte formación humana y cristiana.

Con muchas dificultades y sacrificios, debido a la situación económica, logró empezar sus estudios lejos de la familia. En ese período se distingue por su profunda vida espiritual, inteligencia y liderazgo. Funda “la Sociedad de la “Alegría” para que sus amigos fueran felices y responsables en el estudio y en la vida cristiana.

Concluidos los estudios secundarios, dudaba si optar por el Seminario o ingresar en la orden de los franciscanos. Don José Cafasso, su consejero espiritual, le aconsejó ingresar al seminario. Ordenado sacerdote, su acompañante espiritual le aconseja ir a Turín para hacer prácticas de pastoral.

Las visitas a las cárceles, los centros de trabajo de jóvenes migrantes que vivían abandonados y explotados por la incipiente industrialización. A partir de esa chocante experiencia, decidió organizar el Oratorio: un ambiente donde, juntamente con las actividades lúdicas, se impartía formación humana y cristiana.

Ante los atropellos e injusticias que esos jóvenes recibían en el trabajo, Don Bosco interviene y se presenta como apoderado de los pequeños trabajadores. Empezó a firmar y controlar los contratos de trabajo. En un segundo momento abrió escuelas nocturnas y talleres para prepararlos a la vida. Su intención era cambiar y rescatar vidas.

Las autoridades civiles, al comprobar lo resultados de esa novedosa experiencia, dejaron de obstaculizar la obra de Don Bosco. Más aun, el ministro Urbano Rattazzi visitó el Oratorio y manifestó que esa obra debía continuar por el bien de la sociedad. Era necesario hacer algo que pudiera desafiar los tiempos: fundar una institución.

Entonces, Don Bosco, que nunca había soñado fundar una congregación, con una mirada un tanto irónica, dice al ministro: ¿Pero si el gobierno está cerrando congregaciones religiosas, será posible hacer algo similar?
Rattazzi explica que la nueva sociedad debería permitir a los miembros conservar sus derechos civiles, someterse a las leyes del Estado, pagar impuestos, etc. Es decir, debería ser una asociación de ciudadanos libres, unidos y que viven juntos con el propósito de formar ciudadanos honestos.

(Cf Giovanni Bonetti, Storia, 344-345). Con esta sugerencia, y, movido por el Espíritu Santo, el 18 de diciembre de 1859 con un puñado de jóvenes funda la “Pía Sociedad de San Francisco de Sales”. Hoy la Congregación Salesiana.

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