Además de San Juan Bosco muchos son los hombres y mujeres que han sido declarados santos o beatos desde su pertenencia a la Familia Salesiana o su comunión con el carisma salesiano.
Es admirable lo que produce la gracia del Espíritu Santo en el corazón de quienes lo acogen y se muestran disponibles a su acción.
Derramando su amor, impulsa a la caridad perfecta y a la unión cada vez más profunda de quienes acogen su don.