Solo palabras de agradecimiento y gratitud tuvo el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime durante la homilía celebrada, el día de hoy, en la Basílica de María Auxiliadora, donde cientos de personas de los diferentes grupos de la Familia Salesiana participaron.
Motivados por la espiritualidad de Don Bosco y la presencia de Don Ángel, diversos grupos salesianos como: la Asociación de Salesianos Cooperadores, los Exalumnos y exalumnas de Don Bosco, la Asociación de Damas Salesianas, la Asociación de María Auxiliadora, los Voluntarios de Don Bosco, las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, y familia salesiana en general, se reunieron a las 7:00 de la noche para llevar a cabo la misa presidida por el Rector Mayor, quien desde que pisó suelo peruano se percibió su cercanía y disposición en cada lugar que recorría.
Durante la eucaristía, que fue concelebrada por el Padre Inspector Santo Dal Ben Lava y sacerdotes salesianos, Don Ángel manifestó, un vez más, que vivió un momento muy especial al encontrarse con tantas personas reunidas. “Gracias por la presencia, porque la presencia en sí misma habla y dice mucho”.
“Prohibido lamentarse, lo repito, prohibido lamentarse”, fue la frase que utilizó el Rector Mayor para dar a entender que los salesianos deben de ser una familia que transmita esperanza, una familia que viva desde la fe. Una Familia Salesiana que se sienta creyente. Demostrar que hay una fe que nos distingue: la fe en Dios, la fe en el Señor Jesús.
Grato fue el momento cuando el X Sucesor de Don Bosco manifestó que si se quedaban una semana más, ya no regresamos a Roma. “Nos hemos sentido muy en casa”, concluyó el Padre.
Una vez culminada la homilía, el Rector Mayor visitó a los jóvenes del CETPRO Salesiano, con la finalidad de desearles éxitos, pero sobre todo resaltó la sensibilidad que tienen los salesianos con aquellas personas que pertenecen al mundo de la formación profesional y del trabajo. Don Bosco para sacar de la calle a muchos jóvenes, primero los recibió en su casa y luego hizo algo por ellos: les enseñó el oficio de sastre, de carpintero, de zapatero, todo eso que él había aprendido lo transmitió a los muchachos, fue lo que dijo Don Ángel a los estudiantes del CETPRO, quienes escuchaban atentamente su discurso. Posteriormente lo saludaron y compartieron un pequeño, pero significativo momento.
Acto seguido, en el patio del Instituto, los jóvenes y toda la Familia Salesiana le rindieron un homenaje al Rector Mayor, preparando diversos números artísticos que fue del disfrute de todos, en especial del Padre Ángel. También se hizo presente la Banda del Colegio María Auxiliadora de Breña, que deleitó con su música.
El patio se vistió de fiesta cuando los jóvenes, niñas y niños salesianos se unieron para realizar un flashmob. Vestidos de blancos y con pañuelo en mano los muchachos bailaron una marinera norteña, con el fin de resaltar la identidad de los peruanos.
Al finalizar, los diversos grupos salesianos participantes de la celebración se acercaron al Rector para tomarse fotos, saludarlo y vivir un momento inolvidable.