(ANS – Bangui) – La presencia salesiana de Bangui desde hace 25 años representa una esperanza para la población de la ciudad. Comenzó en 1994, con la primera obra en Damala, a lo largo de los años ha tenido que enfrentarse a las muchas dificultades que han marcado al país en este período de tiempo, ofreciendo en cada circunstancia espacios de serenidad y paz. El domingo 26 de mayo se celebró el importante aniversario con una misa solemne y la profesión perpetua y las ordenaciones de varios Salesianos.
Episodios traumáticos como golpes de Estado, violencia recurrente y enfrentamientos entre facciones opuestas, pero también acontecimientos de gran alegría, como la visita del Papa Francisco y la apertura del Jubileo de la Misericordia en la Catedral de Bangui: todo esto ha sido presenciado por los misioneros salesianos en la capital de la República Centroafricana.
El servicio pastoral salesiano tuvo que tener en cuenta la violencia en torno a sus centros: los Salesianos han hecho de la acogida un signo distintivo de sus actividades, llegando a acoger en sus patios a 22.000 personas desplazadas; además, fieles a la opción preferencial por los jóvenes necesitados y al carisma educativo, desde hace años dedican a la reintegración social de los llamados niños soldados.
El domingo 26 de mayo, por tanto, fue un día de fiesta para muchos, porque se celebró la clausura del 25 aniversario de la presencia salesiana en la República Centroafricana. El acontecimiento central fue la Misa celebrada en la parroquia «San Juan» del barrio de Galabadja, en la cual el salesiano Merci Mbacho hizo su Profesión Perpetua y los salesianos Paterne Modekpo y Lévy-Brad Issené fueron ordenados diáconos y sacerdotes respectivamente.
La celebración fue presidida por Mons. Néstor Désiré Nongo Azagbia, obispo de Bossangoa, en presencia del P. Alphonse Owoudou, SDB, superior de la Visitatoria «África Tropicale Equatoriale» (ATE), y de algunos consejeros y delegados.
Hoy, en sus dos casas situadas en los barrios de Damala y Galabadja respectivamente, los Hijos espirituales de Don Bosco animan un jardín de infancia y una escuela primaria, un colegio, una escuela secundaria, un dispensario médico, un centro de formación profesional de importancia nacional, dos centros juveniles y varias capillas. También están comprometidos al servicio de la evangelización, la justicia y la cohesión social, y su nombre es conocido y apreciado en todo el país.
Fuente: Agenzia Info Salesiana