(ANS – Bangui) – La visita pastoral del Papa Francisco a la República Centroafricana, los días 29 – 30 de noviembre, se ha llevado a cabo bajo el signo de la reconciliación y de la paz. La población centroafricana está convencida de que el Papa es portador de una fuerza que impulsa a una mejor comprensión del otro y la impresión general es que, después de la visita del Papa, la mentalidad de los Centroafricanos se transforme a fin de encontrar la paz.
por Paterne Modekpo, SDB
Los jóvenes quieren recuperar nuevas fuerzas a fin de lograr que su futuro sea más seguro y pacífico. La juventud y los Salesianos sueñan con la esperanza de un horizonte en el que sea posible una convivencia pacífica. Los jóvenes se preguntan aún sobre la exhortación del Papa a “resistir a tener miedo del otro” y a “abrirse a una nueva etapa”. Muchos se preguntan cómo todo esto va a ser posible, ya que se han acostumbrado a la venganza y a replegarse sobre sí mismos.
En general, el ambiente ha sido de fiesta, por parte musulmana y cristiana. En el distrito PK5, el último barrio musulmán de Bangui, se ha escuchado la radio que transmitía en directo la llegada del Papa Francisco. El eje Koudoukou, que une el barrio musulmán con la zona cristiana, el domingo ha estado tomado como préstamo por los Cristianos de los barrios Bimbo, Pétévo, Fatima y Kpètènè, cosa que hubiera parecido imposible tras los recientes sucesos.
En efecto, poco antes de la visita del Papa, don Agustín Cuevas, misionero en la República Centroafricana, había comentado al periodista español Ángel Expósito, de la COPE, que la gente se esperaba “un milagro”, por el hecho de poder gozar de unos “momentos de paz y de comprensión”, de poder moverse libremente por el pueblo, por la ciudad, ya que era imposible, dada la enemistad reinante, tanto odio, tanta desavenencia entre unos y otros…”, concluyendo que por esto esperaban la visita del Papa, su “mensaje de paz, de comprensión, de diálogo y de convivencia”.
