El pasado 4 de julio se ha dado una victoria por la defensa de la vida y de la familia como el lugar natural de su acogida y cuidado. Aquí el informe de la Catholic Family & Human Rights Institute por su vocero ante la ONU.
Escrito por Stefano Gennarini, J.D.
NUEVA YORK, 4 de julio (C-FAM) Las Naciones Unidas estropearon las celebraciones de «orgullo gay» el pasado jueves al reafirmar que la familia natural es la unidad fundamental de la sociedad.
El Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución sobre la «Protección de la familia» con una definición tradicional de esta el pasado jueves, aun cuando los parranderos se aprestaban a celebrar el fin de semana del orgullo gay. Reconoce la importancia de la familia para la sociedad y para los individuos, y que los países deben fortalecerla y protegerla.
La resolución no solo hace eco de los términos de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU referentes a la familia como el «elemento natural y fundamental de la sociedad», sino que también establece que la familia es el «entorno natural» para la educación y el desarrollo de los niños.
La resolución no cae bien a los países que otorgan a personas del mismo sexo que viven en concubinato los mismos derechos que a las parejas casadas, o que les permiten que se casen. Algunas naciones, Estados Unidos entre ellas, rechazaron esa definición y aseguraron que la resolución pone en peligro los derechos de los individuos en las familias e intenta imponer un modelo único de familia.
Agrupaciones LGBT y quienes las respaldan en el consejo lucharon por evitar que la resolución sobre la familia fuera considerada. Estuvo en proceso de elaboración por más de un año, pero fue llevada a la sala este año.
Su intento desesperado por incluir la clasificación «varias formas de familia» fracasó a último momento. La resolución fue aprobada por amplio margen, con 26 votos a favor, 14 en contra y 6 abstenciones. Fue recibida con estruendosos aplausos.
La única resolución aprobada dentro de la ONU que menciona la orientación sexual o la identidad de género fue reconocida por un margen más estrecho (23 a 19 y 3 abstenciones).
Los 71 estados miembros de la ONU que la propusieron estaban convencidos de que era el momento oportuno, dado que este año se conmemora el vigésimo aniversario del Año Internacional de la Familia y el Consejo de Derechos Humanos nunca antes había aprobado una resolución sobre la familia.
Quienes estaban a favor propusieron una enmienda para reconocer el matrimonio como la «unión entre un hombre y una mujer» en caso de que la frase «varias formas de familia» lograra ingresar en la resolución. Arabia Saudita la retiró al fracasar aquella sobre «varias formas», y la tradicional definición de familia que ofrece la Declaración Universal de Derechos Humanos se mantuvo intacta.
Un representante de Uruguay (uno de los cabecillas de los derechos LGBT en Ginebra) dijo que la familia «no puede ser definida» o «limitada a un modelo único».
Estados Unidos figuró entre los 14 países que votaron en contra de la resolución. La «familia se adapta con el paso del tiempo», dijo el representante estadounidense, y añadió que existen «miles» de estructuras familiares, pero no mencionó explícitamente a las personas del mismo sexo que viven en concubinato.
El Reino Unido pidió la votación de la resolución (que, de otro modo, hubiera sido aprobada por consenso) y dijo explícitamente que las personas del mismo sexo que cohabitan y tienen hijos deberían ser consideradas familias. Argentina sostuvo que es «imposible» definir la familia, haciendo mención a la opinión de expertos de la ONU.
Todas las naciones del Grupo de África votaron a favor. Ni un solo país europeo miembro del consejo lo hizo a favor.
Se realizará una mesa redonda sobre la protección de la familia en la próxima sesión del Consejo de Derechos Humanos, en septiembre, a raíz de la resolución.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
