(ANS – Roma) – La congregación salesiana, a través de sus superiores, sigue con especial atención las propuestas del Papa Francisco. Comenzando por don Chávez que llamó personalmente a toda la Familia Salesiana a sumarse de la invitación del Papa a la jornada de oración por la paz en el Medio Oriente, esta vez ha estado don Bregolin vicario del rector mayor a manifestar la voluntad de los Salesianos a dedicarse siempre con mayor empeño a los más pobres, los emigrantes y los refugiados.
Entrevistado por la Radio Vaticana en relación a las palabras del Papa Francisco sobre la acogida de los refugiados por parte de los institutos religiosos, don Bregolin ha dicho: “Este grito del Papa en favor de los pobres es un llamado profético que invita a la Iglesia a estar plenamente disponible al cuidado de los últimos. Creo que es muy fácil ir adelante con palabras solamente. La invitación del Papa, en lugar de eso, es un llamado a lo concreto”
Aun las fuertes palabras del Papa sobre el uso de las estructuras religiosas – “Los conventos vacíos no son nuestros, son de la carne de Cristo que son los refugiados” – encuentran terreno fértil en la visión actual y futura de la congregación. Afirma don Bregolin: “ En nuestro capítulo 2008, una de las principales líneas de acción es la que se refiere a las nuevas fronteras. Si bien, la primera prioridad, es para nosotros principalmente el llamado a servir a los jóvenes, y a los jóvenes pobres. Sin embargo, están las situaciones extremas que nos han llevado a esto, por ejemplo las grandes oleadas de emigrantes de estos últimos años, por lo que algunas de nuestras estructuras han sido dedicadas casi completamente a la acogida de estas personas. Desearía poner en relieve la dedicación que se da a los jóvenes emigrantes en las estructuras tradicionales y especialmente en nuestros oratorios… Que están disponibles y son parte activa en este sentido, pero sabemos que esto es algo que debe seguir creciendo.
Las palabras del Papa, concluye el Padre Bregolin, no suenan como una amenaza a las congregaciones, mas bien como “un desafío a pensar como vivir mejor, hoy, nuestro carísma de servicio, de caridad”. Yo creo que es una invitación que nos hace pensar y que nos debe hacer decidir”