(ANS – Roma) – “Un regalo para la Iglesia de Hungría y la iglesia universal y para todos nosotros; y sobre todo para nuestros jóvenes un modelo al cual mirar con veneración”. Así Madre Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora (FMA), ha definido el próximo beato Esteban Sándor, en una carta enviada al Rector Mayor. “No hay duda que es un regalo del Señor a nuestra Familia” le ha contestado el padre Pascual Chávez.
Estas frases son parte de un afectuoso intercambio epistolar que en las ultimas horas ha tenido lugar entre la Madre General de las FMA y el Rector Mayor de los Salesianos; ambos coinciden en reconocer en el coadjutor Esteban Sándor un signo y un ejemplo de santidad que resplandece en la Familia Salesiana y que tiene su origen en el Carisma de Don Bosco.
“Deseo participar de tu alegría y la de toda la Familia Salesiana, por la próxima beatificación del coadjutor Húngaro Esteban Sándor” – inicia diciendo Madre Reungoat.
“La Familia Salesiana que te ha sido confiada, querido Don Pascual, se enriquece siempre más de la presencia del Señor a través de estas figuras maravillosas y valerosas, como la de Esteban. Pienso que eres un padre “afortunado” de tener hijos de está estatura, que han sabido volar en alto con la simplicidad y la determinación de los pequeños del Evangelio”.
“Te deseo que la beatificación del 19 de octubre del 2013 en Budapest ojalá contagie a tantos jóvenes con la belleza del Evangelio, y con la alegría de ser fieles a Jesús hasta el Martirio, en medio de una realidad que seguramente hasta ahora sufre las consecuencias del comunismo. Será para la Iglesia Húngara motivo de gran esperanza y surgimiento de nuevas y generosas vocaciones. ¡Te lo deseo con todo el corazón!”
Le ha respondido el Rector Mayor: “Te agradezco profundamente y de corazón el hermosísimo mensaje que me has enviado (…) Esta beatificación, como muy bien lo enfatizas, debe ser un evento de gracia y un fuerte mensaje, sea para los jóvenes de Hungría, por los cuales el beato ofreció generosamente su vida, además de todos aquellos jóvenes de nuestras presencias y del movimiento juvenil salesiano”.
Después de haber recordado la figura del próximo beato y de sus rasgos esenciales – desde su serena infancia en familia a los desafíos del servicio militar, de su capacidad profesional como tipógrafo a su dedicación con los jóvenes, de la devoción mariana al martirio – Don Chávez ha concluido: “En este año de la Fe, después de la Beatificación de Sor María Troncatti, FMA, celebrada el año pasado en Macas, Ecuador, Nuestra Familia Salesiana recibe el regalo de otra beatificación que confirma la fecundidad del carisma que tiene su origen en el corazón apostólico de Don Bosco, evidenciando la dimensión misionera y martirial, que deben caracterizar nuestra misión educativa y pastoral en el espíritu y en la acción”.
