No ha habido nada parecido desde 1973. En noviembre de aquel año, el cardenal Michele Pellegrino permitió la primera -y hasta ahora última- ostensión televisiva de la Sábana Santa. Pero lo que se va a vivir este Sábado Santo entre las 17.10 y las 18.40 tiene una dimensión totalmente distinta. La señal será de la Rai Uno y de las cadenas de televisión que quieran enganchar con ella, pero la auténtica veneración masiva de la reliquia tendrá lugar gracias a la emisión en streaming vía internet de esa hora que servirá para la oración y la meditación de la Pasión.
Religión en Libertad ofrecerá a sus lectores la posibilidad de visionar la Sindone enlazando con la transmision de mejor calidad posible.
Por su parte, el Papa Francisco dirigira un videomensaje al mundo que abrirá la transmisión. La Sábana Santa se mantendrá en la catedral piamontesa, donde se custodia desde 1578. En el lugar de la ostensión sólo estará un grupo de unas trescientas personas, entre jóvenes de la diócesis y enfermos y sus acompañantes. El arzobispo de Turín, Cesare Nosiglia, explicó por qué: “Los enfermos y quienes sufren, los discapacitados y las personas con dificultades llevan en su propio cuerpo las señales de la Pasión del Señor, pero la viven con fe y con abandono a su voluntad, ofreciendo, como Jesús sobre la cruz, su propio sacrificio en el testimonio del amor que ofrecen».
El 2 de mayo de 2010, durante su visita a la Sindone en su última ostensión (que duró cuarenta días y congregó a cientos de miles de personas in situ), Benedicto XVI definió la tela como «un icono del Sábado Santo«. Asi lo será este Sábado Santo de 2013 en un espíritu de expectación entre el Calvario y la Pascua, evocación de aquellas horas en las que Jesús estuvo envuelto en el mismo lienzo que hoy podrán ver en directo decenas de millones de personas en todo el mundo.