“Es una hermosa experiencia, afirma el arzobispo de Mérida, Venezuela, Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo, explicando que es el tercer Sínodo en el que participa”. Entrevistado por el jesuita Guillermo Ortiz de Radio Vaticano, el prelado reconoce que “la metodología del Sínodo ha avanzado muchísimo y es mucho más participativa”. El trabajo en los círculos menores – dice – permite un intercambio de ideas y puntos de vista en un clima de fraternidad y enorme libertad, tal como lo señaló el Papa.
Además el arzobispo de Mérida habla de la actitud del Santo Padre, “que llega antes que todos – dice – y saluda a todos” y esto contribuye a crear un clima especial.
“Se habla de las familias y con las familias, con un profundo sentido de humildad, que he visto en las intervenciones, sin condenar, ni dar recetas”. Se trata – recalca – de “acompañar la situación que se vive hoy, en una sociedad en cambio, por los nuevos referentes que hay”. Y agrega: “La Iglesia quiere ser servidora de humanidad, acompañar y ofrecer al mundo entero,ternura, compasión, misericordia, respeto y ayuda mutua que todos necesitamos”. “Estamos con el mejor deseo de servir y ayudar”.
Asimismo Mons. Porras Cardozo explica la necesidad que tiene la familia venezolana de vivir en paz y superar la división y la exclusión que reinan en el país.
Con gran esperanza y alegría, el obispo de Mérida relata además que está en contacto a través de las redes sociales con sacerdotes y personas que están pendientes del trabajo del Sínodo y unidos en la oración, deseando que haya un aliento, para beneficio de toda la sociedad.