El Prefecto del Dicasterio de la Comunicación, Paolo Ruffini, habló de este punto con los periodistas al principio del briefing en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, haciendo un balance sobre cómo marcha la asamblea sinodal: «Ayer y anteayer, los círculos menores elaboraron propuestas; el orador general y los secretarios especiales, con la ayuda de los expertos, las insertaron. El comité de redacción revisó el texto, que luego se presentará a votación en la Cámara. Un texto que finalmente se confiará al último discernimiento del Papa».
El Prefecto también hizo referencia a la llamada a la sinodalidad y a la acción del Espíritu Santo que el Santo Padre ha subrayado esta mañana en la audiencia general.
Lucha contra la trata y la servidumbre doméstica
Entre los oradores que hicieron uso de la palabra se encontraban, Sor Roselei Bertoldo, de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María y de la Red «Un grito por la vida». Una misionera que ha dedicado su vida a erradicar la trata de personas en Brasil, especialmente de mujeres y niños. Uno de los mayores problemas es el de la «servidumbre doméstica», cuando las niñas son alejadas de las comunidades indígenas para estudiar fuera y terminan siendo explotadas sexualmente y trabajando «en condiciones de esclavitud», explicó.
Con pasión y amor, la Hermana Bertoldo denuncia cómo el cuerpo de estas mujeres y niñas se convierte en una mercancía y lo difícil que es denunciar. Por esta razón, la Red en la que trabaja, hace campañas para ayudar a reconocer el abuso, y capacita a la gente, permitiéndoles denunciar. «El Sínodo para la Amazonia también llama la atención sobre este drama- enfatizó la religiosa- subrayando que el compromiso con la evangelización es también parte de la protección de la vida. Asimismo, Sor Roselei hizo hincapié en la importancia de la participación de la mujer en la toma de decisiones.
No sólo caminar juntos sino también decidir juntos
Por su parte, Monseñor Ricardo Ernesto Centellas Guzmán, Obispo de Potosí y Presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia, exhortó en su discurso a una mayor participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones en la Iglesia, ya desde las parroquias. En particular, el prelado contó la experiencia de una vicaria pastoral de su diócesis, que como mujer tiene un enfoque diferente que el de los hombres: pide sugerencias y permite la participación. Una iglesia sinodal no sólo significa «caminar juntos» sino también «decidir juntos».
Si la autoridad de gobierno, en la Iglesia, es masculina, la actividad pastoral es marcadamente femenina, destaca entonces el sacerdote Don Zenildo Lima da Silva, Rector del Seminario São José de Manaus y vicepresidente de la Organización de Seminarios e Institutos de Brasil. El foco de su intervención es la formación de sacerdotes y su exhortación es a repensar el proceso a partir de la sinodalidad, necesitamos formar sacerdotes que sean capaces de trabajar en la realidad del Amazonas y dialogar con estas culturas. En lo que se refiere a la comunicación, también se destaca la importancia de ponerse en un proceso de escucha y diálogo.