El diario italiano ‘La Stampa’ publicó el pasado martes, en la sección ‘Vatican insider’ de su página web, una noticia sobre la publicación en Italia el libro ‘Francisco y Don Bosco’, escrito por el salesiano argentino Alejandro León y que indaga y revela, con cartas manuscritas del Santo Padre, aspectos de su vida familiar y vocacional y la gran influencia que los Salesianos siempre han tenido.
El objetivo del libro Francisco y Don Bosco, publicado en Italia por la Libreria Editrice Vaticana, es indagar en la influencia salesiana en la educación y en la vida familiar de Jorge Bergoglio, es «acercarse al encuentro entre Don Bosco y el Papa Francisco con un enfoque sencillo pero completo partiendo de las raíces salesianas de su familia, de los acontecimientos históricos que le tocó vivir y releyendo poco a poco su experiencia salesiana, para permitirnos iluminar la dimensión eclesial del carisma salesiano como don y desafío», según explica en la introducción el autor, el salesiano argentino Alejandro León.
«Entré al Seminario en 1956. En agosto de 1957 me dio pulmonitis y estoy por morir. Luego me operan del pulmón. El padre Pozzoli, salesiano, me visita durante la enfermedad. Durante el segundo año de seminario había madurado la vocación religiosa. Y así, una vez curado, en noviembre, ya no vuelvo al seminario y quiero entrar a la Compañía de Jesús. Hablo con padre Pozzoli y él da luz verde». Éste es uno de los pasajes de una carta del padre Jorge Mario Bergoglio, de 1990, que recoge el libro, y es que el encuentro con la espiritualidad de Don Bosco se dio desde que era niño.
En una de las cartas el ahora Papa explica que desde pequeño participaba en la procesión de María Auxiliadora, frecuentaba el Oratorio de San Francisco de Sales y conocía a los padres confesores salesianos de San Carlos.
En aquella carta, una de las cuatro que reproduce la publicación, el padre Bergoglio recorre la historia de la propia familia y de su vida, desde la migración de Italia a Argentina hasta el nacimiento de la propia vocación. Y se aprecia la gran influencia que tuvo en su vida don Pozzoli, el sacerdote salesiano que fue su consejero y director espiritual.
En 1949 fue alumno, durante un año, del Colegio Salesiano en la casa de Ramos Mejía. Bergoglio recuerda aquel periodo ofreciendo un verdadero compendio de pedagogía salesiana: «El estudio, los valores sociales de convivencia, las referencias sociales a los más necesitados, el deporte, la competencia, la piedad… todo era real y todo formaba costumbres que, en su conjunto, plasmaban una forma de ser cultural», escribía hace 25 años el Papa.
Fuente: Misiones Salesianas