El Oratorio Don Bosco en el pueblo de Kabgayi, ubicado en Muhanga, acaba de completar un proyecto de pozos de agua que incluyó la perforación de un nuevo pozo, la instalación de una bomba eléctrica y un nuevo depósito para almacenar grandes cantidades de agua. El nuevo pozo suministra agua a los jóvenes que participan en las actividades del oratorio, así como a la población cercana al centro y que a menudo se enfrenta a la escasez de agua.
El proyecto de Misiones Salesianas en Estados Unidos ha mejorado drásticamente elsaneamiento y la higiene de los jóvenes que participan en el programa salesiano. Los estudiantes y sus familias tienen ahora acceso al agua potable y para lavarse las manos, así como para higiene personal. Asimismo, el agua también está disponible para la limpieza de las instalaciones, para los equipos deportivos del programa y también hay un mejor saneamiento.
La construcción de pozos y el suministro de agua potable es una prioridad para todas las comunidades en los países en los que trabajan los misioneros salesianos, que también esperan que con esta infraestructura «se reduzca el número de niños que enferman y hasta mueren debido a la falta de higiene y de agua potable”.
«El nuevo pozo de agua posibilita al oratorio el acceso al agua que necesita para que los estudiantes tengan mejor saneamiento y puedan lavarse las manos, así como tener la higiene adecuada y agua potable», sostuvo John Ngigi Njuguna, salesiano que trabaja en la Oficina Salesiana de la Planificación y Desarrollo en Ruanda.
Con la mitad de la población menor de 18 años, la falta de oportunidades educativas es una preocupación. La mitad de todos los niños que ingresan a la escuela primaria no la terminan y tienen por delante futuro de desempleo o trabajos precarios, por eso «tener acceso a agua limpia es esencial para la vida y dignifica a los propios niños y a las familias a las que servimos en nuestros programas», aseguran los misioneros en Ruanda.
Por otro lado, la mejora de las instalaciones de agua y saneamiento también asegura que los profesores y estudiantes trabajan y aprenden en un ambiente que promueve una higiene adecuada, lo que reduce el número de enfermedades transmitidas por el agua.
Fuente: Misiones Salesianas