El 9 de junio de hace 153 años atrás, se consagró la Basílica de María Auxiliadora en Turín. Los momentos de la consagración fueron de intensa emoción para todos: ¡el sueño se había hecho realidad!
Una vez construido el santuario, Don Bosco intensificó su acción para difundir la devoción a Nuestra Señora Auxiliadora por todo el mundo y la Basílica se convirtió inmediatamente en el corazón de la Familia Salesiana. Ampliada entre 1935 y 1942, coincidiendo con la canonización de Don Bosco, fue elevada a la dignidad de «basílica menor» el 28 de junio de 1911.
Fuente: Agenzia Info Salesiana