Un enorme mural de Don Bosco viste desde hace unos días una de las arterias principales de la ciudad de Salto, obra del conocido grafitero uruguayo y ex alumno salesiano José Gallino.
Con motivo del inicio de las celebraciones del centenario del Colegio salesiano Nuestra Señora del Carmen de la ciudad de Salto (ubicado al norte del país a unos 500 km de la capital), fundado el 16 de agosto de 1920, fue encargado este mural de Don Bosco de 6 metros de ancho y 10 de alto que recubre una de las paredes exteriores del edificio, justo al lado de la puerta de ingreso al mismo.
José Gallino tiene 33 años, es oriundo de Salto y desde hace 7 se dedica a inmortalizar a distintas figuras populares uruguayas en muros de todo el país. Artistas, futbolistas, escritores, comunicadores y hasta el director técnico de la Selección Uruguaya de Fútbol son protagonistas de sus obras de arte callejero.
El artista está muy vinculado al mundo eclesial y principalmente salesiano. Estudió en el Colegio María Auxiliadora, su hermano en el Colegio de los Salesianos, su mamá es catequista y su papá fue sacristán de la Catedral de Salto.
Comenzó con su arte diseñando grafitis sobre animales y motivos relacionados al campo y la naturaleza.
El mural de Don Bosco lo hizo en apenas 3 días y asegura que es el más alto que ha pintado. Lo realizó con aerosol, tras una base con pincel y luego aplicando una nueva capa de aerosol.
Consultado sobre el proceso de ejecución del mural el artista explicó que primero siempre investiga y al momento de plasmar su idea hace una cuadricula en la hoja que toma de referencia y después la pasa a la pared, “así la gigantografía queda bien diagramada”.
“Cuando era pequeño nunca terminaba las obras, siempre las dejaba a mitad de trabajo. Nunca finalizaba una obra de arte que intentaba a pintar. Ahora ya es distinto, no solo las termino, sino que además muchas veces las restauro como pasó con el mural de Cavani (futbolista uruguayo) que pinté hace un tiempo acá en Salto”, confesó al artista. “Pintar para mi es una terapia, no acostumbro a ir viendo cómo va quedando, sino que una vez que la obra está avanzada me alejo y veo lo que hice. A veces tengo errores, pero cuanto más grande es la obra, más exacto puedo ser”, concluyó.
Por: Francisco Ardaix
Fuente: Agenzia Info Salesiana