Cada 25 de noviembre se le rinde homenaje, a quien fue y será siempre un ejemplo de mujer: Mamá Margarita, madre de Don Bosco. Fiel a su estilo, fue colaboradora de su hijo en la obra de educar y darle un oficio a los jóvenes, es por tal motivo que los salesianos reconocen que en la figura de esta gran mujer nació la congregación.
Con tan solo 29 años enviudó, y desde ese momento tuvo que sacar a su familia adelante, ella sola, en un tiempo de necesidad y hambruna. Habiendo vivido estas experiencias, Mamá Margarita desarrolló un carácter fuerte y con ideas claras. Decidida en sus opciones, observaba un estilo de vida sencillo y hasta severo. Una mujer trabajadora, llena de una inmensa sabiduría. Se mostraba, sin embargo, amable y razonable en cuanto se refería a la educación cristiana de sus hijos.
Es por ello que se destacó por ser la primera y principal cooperadora de Don Bosco, logrando con su gran amor ejemplar adoptar su presencia maternal a la gran obra que su hijo emprendía con su sistema preventivo. Cuando tenía 58 decide dejar la tranquilidad de su casa y siguió a su hijo en su misión de ayudar a los muchachos pobres y abandonados de Turín. Al mismo tiempo, participó en la formación de grandes santos como Domingo Savio y Miguel Rua, entre otros niños de la calles.