Sin alimentos, sin medicinas… y en la mayoría de los casos también sin libertad. Los Salesianos de Venezuela llevan meses levantando la voz en favor de la población y contra la dictadura que sufren. Están al lado de los más necesitados mientras miles de venezolanos continúan abandonando el país para poder sobrevivir y buscar una oportunidad antes de que pierdan lo poco que les queda. A nadie le da vergüenza comer animales domésticos ni buscar en la basura porque los supermercados están vacíos y los productos tienen precios inalcanzables.
A pesar de la realidad social y política que vive Venezuela y de la situación de emergencia humanitaria de su población, el mundo de la información permanece silenciosa. Sólo aquellos que disfrutan de privilegios del gobierno pueden acceder a compras ordinarias, mientras que otros sobreviven con lo mínimo, ya que la moneda prácticamente no tiene valor.
En el horizonte del país está la preparación de unas elecciones que la oposición ha vuelto a calificar de farsa y un modo de desviar la atención para perpetuarse en el poder sin ofrecer soluciones realistas a la población, mientras que la comunidad internacional parece impotente, silenciosa, e incluso cómplice. De hecho, Venezuela se está convirtiendo en una tierra de nadie.
Los Salesianos de Venezuela han desarrollado la red de Casas de Acogida para jóvenes. En medio de esta situación de caos y violencia, los hijos de Don Bosco siguen ofreciendo perspectivas de formación a los jóvenes en los sectores de agricultura y artesanía, pero se encuentran con la dificultad de que los muchachos que participan de la educación no tienen qué comer.
Por este motivo, les ofrecen al comenzar el día un trozo de pan y una taza de té para que ello les permita tener un poco de energía y que de esta manera puedan afrontar en mejores condiciones el día. Incluso el arroz y las patatas, que son el alimento de todos los días, han alcanzado precios inaccesibles.
Misiones Salesianas continúa al lado de los misioneros que dirigen escuelas, oratorios y comedores populares para los pobres, enviando ayuda para que puedan continuar su labor educativa y evangelizadora a pesar de las dificultades sociales.
Fuente: Misiones Salesianas