Cáritas del Perú, brazo social de la Iglesia Católica, este 04 de octubre cumple 61 años contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las poblaciones más pobres y alejadas del país a través de sus programas y proyectos de desarrollo humano integral, ejecutados en alianza con una Red de 48 Cáritas Diocesanas distribuidas en todo el territorio nacional.
En la actualidad, ejecutamos programas y proyectos que benefician a 200 mil familias peruanas cada año y que son financiados por empresas, entidades públicas, fundaciones, fondos contravalor, Cáritas hermanas e instituciones públicas y privadas, nacionales y extranjeras.
En el año 2015, Cáritas del Perú ha apoyado a través de su Programa de Asistencia y Obras Sociales a 172,743 personas vulnerables de nuestro país.
Entre nuestros principales logros se encuentran el impulso al desarrollo de cadenas productivas que promueven el cultivo de alfalfas dormantes para la alimentación y crianza del ganado vacuno, lo que aumenta la productividad de leche hasta la obtención de derivados lácteos como son el queso, yogurt y manjar blanco. En los últimos 15 años se han instalado 84 mil hectáreas de alfalfa dormante en más de 10 regiones altoandinas del país.
Además, fomentamos la generación de emprendimientos económicos para mejorar la calidad de vida de las familias campesinas pobres que viven en las zonas altoandinas del Perú. Se han formado 13 empresas y plantas de procesamiento de derivados lácteos que funcionan de manera sostenible.
En salud contamos con la estrategia de las Educadoras Comunales en Nutrición, las cuales contribuyen a la reducción efectiva de la desnutrición crónica infantil y la anemia, además se aporta en los procesos de educación para el cambio de comportamiento de las madres y sus familias.
En Educación, contribuimos a mejorar la calidad de la educación primaria en escuelas rurales en las regiones de Ayacucho y Huancavelica, mejorando el rendimiento escolar en las áreas de comprensión lectora y matemáticas. Además, fortalecemos las prácticas pedagógicas entre los docentes para que los estudiantes logren aprendizajes significativos como el control de la anemia por deficiencia de hierro y la promoción de prácticas como el lavado de manos.
Además, trabajamos por impulsar modelos de educación inclusiva, orientados a fomentar el acceso de niños y adolescentes con discapacidad a la educación básica regular.
En gestión de riesgos, trabajamos por reducir la vulnerabilidad frente a las bajas temperaturas a las que se enfrentan miles de familias que viven en las zonas altoandinas. Hemos logrado que 858 familias cuenten con viviendas adaptadas al frío extremo.
La base de nuestro trabajo es la promoción del desarrollo humano integral, poniendo siempre en el centro de nuestras intervenciones a la persona humana en su integralidad, en su dimensión personal y comunitaria, la cual al ser creada a imagen y semejanza de Dios debe ser tratada con dignidad y respeto. Esta visión integral nos lleva a diseñar nuestras intervenciones buscando la participación activa de hombres y mujeres de las comunidades con las que trabajamos, asegurando procesos de promoción y desarrollo participativos, concertados e inclusivos.
Cáritas del Perú encuentra el desafío de continuar construyendo mejores oportunidades de desarrollo para las personas, con criterios de eficiencia y sostenibilidad, pero a la vez mostrando a través de su trabajo el rostro misericordioso de Dios en medio de los pobres.
Fecha: 03/10/2016