El Día Internacional de la Mujer, que se conmemora en todo el mundo el domingo, día 8, hace este año hincapié en la Declaración y la Plataforma de Acción de Pekín, una hoja de ruta histórica firmada por 189 gobiernos hace 20 años y que estableció la agenda para la consecución de los derechos de las mujeres. Los misioneros salesianos continúan trabajando en favor de las mujeres con programas específicos para su desarrollo.
Más de 500 millones de mujeres en el mundo no saben leer ni escribir y, por lo tanto, desconocen sus derechos y no participan en la toma de decisiones de sus comunidades. En ellas recae el peso de la economía familiar: son madres y trabajadoras que tienen a su cuidado a toda la familia pero que también cultivan los campos y cuidan a los animales.
La pobreza sigue teniendo rostro de mujer en el mundo. Hay más de 40 millones de niñas que no van a la escuela, 64 millones de niñas que son obligadas por sus familias a casarse, 14 millones de adolescentes que dan a luz cada año, más de medio millón de mujeres que muere durante el embarazo o en el parto… son algunas de las cifras contra las que se lucha y que tienen una palabra clave: educación.
Educación, alfabetización, charlas sobre derechos, apoyo a niñas de la calle, reinserción de las menores traficadas y explotadas laboral y sexualmente, maternidades… son algunas de las acciones de los misioneros salesianos.
El papel de la mujer es fundamental en el desarrollo de los pueblos y en la lucha contra la pobreza. Su educación es vital para romper el círculo de la pobreza en el que vive la mayoría de ella en el mundo. Una niña que acude a la escuela querrá seguir estudiando para tener un trabajo estable y una vida digna, por ese motivo tardará más en casarse y en tener hijos; cuando los tenga sabrá cómo cuidarlos y alimentarlos y eso también contribuirá a mejorar la higiene y la alimentación de la familia. Sabrá leer y escribir y por eso podrá participar en la toma de decisiones de su comunidad y conocerá sus derechos.
La educación de las menores, como mujeres del mañana que serán, es clave para favorecer su autonomía y para que tengan voz propia y conozcan sus derechos.
Fuente: Misiones Salesianas