(ANS – El Cairo) – Escuelas profesionales de grande cualidad, oratorios apreciados también por los jóvenes musulmanes, e servicio a los refugiados y a los necesitados, en contextos de una grande pobreza: son estos los trazos salientes de la presencia salesiana en Egipto, desenvuelta entre Alejandría y la capital, El Cairo.
Los Salesianos de Don Bosco tienen una presencia centenaria en Egipto. La obra de Alejandría fue fundada en tiempos de Don Rua, Primer sucesor de Don Bosco, 121 años atrás, en 1896, para proporcionar educación a los numerosísimos inmigrantes italianos que allí habitaban. Hoy la escuela «Don Bosco» de Alejandría de Egipto es frecuentada cotidianamente por más de 900 alumnos que concurren desde el Jardín de Infantes hasta el Instituto Superior, reconocido, y parcialmente también financiado, por el Ministerio italiano de Asuntos Exteriores.
La nota destacada de esta escuela salesiana es la asistencia cuasi exclusiva de alumnos de procedencia musulmana. Estos jóvenes reconocen, junto a sus padres, que Don Bosco y su sistema educativo son un gran regalo para ellos. Los patios de la casa salesiana, cuando quedan libres de estudiantes por la tarde, no quedan en silencio ni vacíos, pues en esos momentos comienza el oratorio cotidiano, animado por jóvenes animadores musulmanes.
La presencia salesiana en El Cairo posee connotaciones similares: en ella hay una gran escuela técnica, también reconocida por el estado italiano y frecuentada por 800 alumnos provenientes de varios lugares del país. También allí, en sus patios, se desarrollan actividades oratorianas, tratando de reservar también algunos tiempos y lugares a los jóvenes cristianos, para permitirles un crecimiento no sólo a nivel social, sino también en las etapas de vida de fe, sabiendo que los cristianos forman una minoría, a veces marginada, en aquel país. Pero es el mismo patio salesiano que está poblado de cristianos y musulmanes.
Siempre en El Cairo, existe una tercera obra salesiana en Egipto, en el barrio periférico de Zaitun. Desde hace 30 años los Salesianos están presentes con un oratorio, un centro juvenil y recientemente con una parroquia, orientando la tarea pastoral especialmente a los refugiados sudaneses y a los chicos de la calle.
