(ANS – Brescia) – También este año, por 23ª vez, en el mes dedicado a las misiones fue entregado por la Asociación «Cuore Amico Fraternità» el premio «Corazón Amigo», un reconocimiento más conocido por el nombre de «Premio Nobel de los misioneros». Los ganadores fueron sor Paola Battagliola, misionera de las Hijas de María Auxiliadora en Timor Oriental; don Giorgio Nonni, sacerdote misionero en Perú; y Piera Tortore, misionera laica de las Voluntarias de Don Bosco (VDB), en la República Democrática del Congo.
El Premio Corazón Amigo es un premio creado en 1990 para valorizar las figuras de misioneros que con sus vidas han sido testigos fieles del Evangelio y del amor a los últimos. Entre los ganadores también se recuerda, en 1998, al Papa Juan Pablo II.
La ceremonia de premiación, celebrada el pasado 19 de octubre en el Auditorio Capretti de Brescia, en la casa de los religiosos piamartini, dio un gran prestigio a la Familia Salesiana. Los tres ganadores, de hecho, de forma directa o indirecta, han sido testigos de la gran importancia misionera de la familia espiritual originada por Don Bosco.
Sor Battagliola fue la pionera de las misiones de las FMA en Timor y en la actualidad es la superiora de la Inspectoría «Timor – Indonesia»; la Dra. Tortore, directora sanitaria del Policlínico Don Bosco en Lubumbashi, afianzando su vida en el Sistema Preventivo de Don Bosco ha creado una casa de acogida y es madre adoptiva de 20 niños recogidos de la calle. Y también don Nonni, misionero durante 33 años en Mato Grosso, afirmó haber tenido como «padre» para sus iniciativas al misionero salesiano don Ugo de Censi.
Entre los Salesianos y las FMA presentes en la audiencia durante la ceremonia de entrega fue motivo de orgullo escuchar cuántos frutos positivos siguen naciendo todavía hoy de esa raíz plantada por Don Bosco. Además del testimonio de los tres ganadores, entre ellos varias autoridades de la ciudad y dos obispos africanos aprovecharon la oportunidad para recordar su pasado como ex alumnos, o al menos, su relación con Don Bosco, y destacaron el compromiso salesiano por la educación y el bien integral de los jóvenes.