REL – El Papa Francisco está decidido a emplear las armas diplomáticas, comunicativas y pastorales de la Iglesia para que los países del mundo «abandonen cualquier pretensión de una solución militar» en Siria.
Además de convocar a una velada de oración y ayuno para este sábado, ha puesto en marcha una serie de mensajes en el debate social e internacional.
Mensajes a 9 millones de seguidores
Por un lado, se ha mostrado contundente estos días en su cuenta de Twitter, de influencia nada despreciable, puesto que la siguen 9 millones de personas en 9 idiomas. El 3 de septiembre publicó dos mensajes:
– Condeno con especial firmeza el uso de las armas químicas.
– Que el grito de la paz se alce con fuerza en todas las partes de la tierra #prayforpeace
Y el 4 de septiembre:
– Con todas mis fuerzas, pido a las partes en conflicto que no se cierren en sus propios intereses. #prayforpeace»
Pero el Papa Francisco no es sólo un ciberactivista y el pastor espiritual de 1.200 millones de católicos, sino el Jefe de un Estado que es una gran potencia diplomática mundial.
Reunión con los embajadores
Este jueves el secretario vaticano de Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti,reunió a los embajadores de 71 países acreditados ante la Santa Sede con un encargo: que trasladen a sus respectivos Gobiernos la necesidad del cese inmediato de la violencia.
La diplomacia vaticana no niega que el régimen de Bachar El Asad usase armas químicas el 21 de agosto: Mamberti explica que la Santa Sede espera que los responsables de ese uso rindan cuentas ante la justicia, y pide a los países que no callen contra estos crímenes.
Pero advierte –en consonancia con lo que han dicho los patriarcas católicos, ortodoxos y siríacos de los distintos países de Oriente Medio- que la crisis de Siria “corre el peligro de tener consecuencias imprevisibles en otras partes del mundo” y alerta de la proliferación de “grupos extremistas”. Pide tanto a la población siria como a los grupos de oposición que tomen distancia de estos grupos y no validen el terrorismo.
Los obispos de EEUU, militantes
En Estados Unidos, donde el «premio Nobel de la Paz» Barack Obama intenta convencer a la población de la necesidad de una intervención militar estadounidense en Siria, los obispos estadounidenses han dirigido un mensaje muy firme y claro a los católicos para pedirles que presionen a sus representantes en el Congreso para que, ya sean republicanos o demócratas, voten en contra de la intervención militar.
Además, el comité de Justicia y Paz de los obispos estadounidenses ha escrito al secretario de estado John Kerry con una petición clara: «el pueblo sirio necesita una solución política que termine la lucha y cree un futuro para todos los sirios, que respete los derechos humanos y la libertad religiosa. Pedimos a EEUU que trabaje con otros gobiernos para obtener un alto el fuego, iniciar negociaciones serias, aportar asistencia humanitaria neutral e imparcial y animar a construir una sociedad inclusiva en Siria que proteja los derechos de todos sus ciudadanos, incluyendo a los cristianos y otras minorías».
Carta del Papa a Putin y el G-20
El Papa ha querido hacerse también presente en Rusia, que acoge la reunión de países del G-20, y lo ha hecho escribiendo al presidente anfitrion, Vladimir Putin, quien también se opone a la intervención norteamericana (como lo hace con contundencia la Iglesia Ortodoxa Rusa) y ha hablado varias veces de la situación de los cristianos en los países de Oriente cada vez que uno de estos se desestabiliza, algo que Obama no suele hacer.
“A los líderes de los Estados miembros del G20”, escribe el Papa, “les pido que no queden indiferentes ante el drama que vive desde hace tiempo la querida población siria (…). Desgraciadamente, duele constatar que demasiados intereses han prevalecido desde que comenzó el conflicto en Siria, impidiendo encontrar una solución que evitase la inútil masacre a la que estamos asistiendo”.
Francisco urge al G20 a “encontrar las vías para superar los diferentes enfrentamientos yque se abandone cualquier pretensión de una solución militar”, y pide «un nuevo compromiso a perseguir, con valentía y determinación, una solución pacífica través del diálogo y la negociación entre las partes interesadas con el apoyo unánime de la comunidad internacional«.
Ayuda mundial humanitaria
«Por otra parte», añade, «es un deber moral de todos los gobiernos del mundo alentar toda iniciativa para promover la asistencia humanitaria a las personas que sufren a causa del conflicto dentro y fuera del país».
El Papa usa un lenguaje fuerte: “Hay demasiados intereses particulares en el conflicto de Siria”, que han impedido “encontrar una solución que evitar la inútil masacre a la que estamos asistiendo”, afirma.
Vida digna desde el seno materno
En este mensaje al G20 no sólo ha hablado de la situación en Siria, sino que el Papa ha hecho también un llamamiento en defensa de los pobres, los ancianos e incluso una alusión al aborto pidiendo a los países ricos que se esfuercen en buscar «una vida digna a todos los seres humanos, desde los más ancianos a los niños aún en el vientre materno, no solo a los ciudadanos de los miembros del G20, sino a cada habitante de la Tierra, hasta aquellos que se encuentran en las situaciones sociales más difíciles o en los lugares más perdidos».
El Papa no ha llamado a Al Assad
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, ha desmentido en la mañana del jueves que el Santo Padre se haya comunicado telefonicamente con el presidente sirio, Bashar Al Assad, como publicó el diario argentino Clarín, que se limitó a citar ´fuentes vaticanas´.
