El padre José María Domenech Corominas sdb falleció hoy lunes 1 de mayo del 2017, en Argentina, en donde realizada su misión educativo pastoral al servicio de Dios y de los jóvenes.
El padre Domenech de nacionalidad española, trabajó por muchos años en la Inspectoría Santa Rosa Lima en el Perú. Oramos por el alma de nuestro querido hermano salesiano sacerdote, y le pedimos a la Virgen María Auxiliadora su intercesión ante Dios.
El p. José María parte a la Casa del Padre a los 69 años de edad, 51 de religioso salesiano y 41 de sacerdocio.
Una vida ejemplar y dedicada a nuestra Inspectoría en el Perú
Nació en el seno de una familia de profundas raíces cristianas formada por don Juan y doña Carmen, el 18 de julio de 1947, en Barcelona, España. Además de José María, sus padres ofrecieron a Don Bosco y a la Iglesia a un sacerdote salesiano, Antonio, y una Hija de María Auxiliadora, Monserrate.
Hecho el noviciado en su inspectoria de origen, Barcelona, y hecha la primera profesión religiosa el 16 de agosto de 1966, vino al Perú, para continuar su formación, primero en el Posnoviciado de Chosica (1966-1970), luego en el Aspirantado de Magdalena del Mar (tirocinio, 1971-1972), y a continuación la formación teológica en la misma casa de Magdalena.
Ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1976, juntó a su compañero de noviciado, el p. Fernando Posada y el p. Jaime Payano, la obediencia lo destino como socio del Maestro de Novicios en el Noviciado del Rímac.
De 1978 a 1981 desplegó su servicio y dotes de animador pastoral en la casa de Arequipa. Luego, de 1981 a 1982, fue enviado a conformar el equipo formador en el Posnoviciado de Quito.
En 1983, la obediencia lo destino al Posnoviciado de Magdalena del Mar, casa en la que desempeñó sucesivamente diversos servicios: ecónomo, animador pastoral, vicario de la casa y encargado de prenovicios.
En 1989, luego de haber seguido un año de Espiritualidad en Roma (UPS), se le encomendó la dirección de la comunidad y obra de Piura. En 1991, fue nombrado Delegado Inspectorial de Pastoral Juvenil, tarea en la que puso todas sus energías, lo mejor de su talento, entusiasmo y cariño, por cerca de una década.
En estos años, hizo también las tareas de animador vocacional inspectorial, párroco del Sagrado Corazón de Jesús de Magdalena, y Consejero Inspectorial.
De 2001 a 2004, fue director de la comunidad del Colegio Salesiano de Breña, y de 2005 a 2008, director de la comunidad del Colegio Salesiano de Piura.
En todos estos lugares dejo la huella de su paternidad Salesiana, su cercanía a la Familia Salesiana, su palabra siempre oportuna y sincera, el ejemplo de su amor a Cristo y a su Iglesia, su adhesión a Don Bosco, y su cariño entrañable a la Auxiliadora de la que se sintió siempre hijo amado y a la que enseño a amar.
El Señor le enriqueció con un carácter siempre alegre que inspiraba confianza y cercanía a cuantos acudían a su ministerio. El don de la palabra le acompaño siempre y le abrió inmensos horizontes, sobre todo, a través de las redes sociales; desde allí siempre fue padre, maestro y amigo.
Su misión de pastor lo llevó a Argentina
En 2009, destinado por la obediencia a la Patagonia argentina, se dedicó con entusiasmo a su misión parroquial.
Habiéndosele detectado un cáncer de páncreas, a mediados del 2016, se puso inmediatamente a disposición de la medicina, siempre confiado en la Providencia y procurando brindar hasta cuando pudiera, el acompañamiento a sus hijos espirituales, y el comentario bíblico que solía hacer cada domingo del año.
Hoy, 1 de mayo de 2017, el Señor llamo a su lado al p. José María; desde ahora contempla a Dios cara a cara, desde ahora seguirá intercediendo por los que aún peregrinamos.
P. José María, descansa en Paz.