Las graves inundaciones causadas por el ciclón ‘Komen’ hace dos meses movilizaron inmediatamente a los Salesianos en la ciudad de Kalay, estado de Chin. Los misioneros coordinaron la creación de un equipo de intervención integrado también por las Hijas de María Auxiliadora, voluntarios, antiguos alumnos y amigos de las obras salesianas para ayudar en las labores de rescate y salvar la vida de las personas.
Tras haber proporcionado refugios a los damnificados, la ayuda consistió en limpiar todo el pueblo, porque la presencia de animales muertos podría dar lugar a epidemias. El equipo de rescate organizó programas para el apoyo psicosocial recorriendo los campos, compartiendo el dolor de la población y al mismo tiempo ofreciendo aliento y esperanza.
Asimismo, se inició la distribución de alimentos a las víctimas de las inundaciones. Al principio, los Salesianos donaron algunas de las contribuciones recibidas, y más tarde el grupo comenzó la distribución directa de alimentos: sacos de arroz a 400 familias, junto con aceite de cocina, judías, sardinas enlatadas y sal, platos, cucharas y tazas. Del mismo modo, se entregó agua purificada durante un mes.
En la división de Mandalay el programa de ayuda tras las inundaciones también contempló la entrega de 10 embarcaciones a otras tantas aldeas.
Después comenzó el programa médico-sanitario. Debido a la falta de alimentos, agua y vivienda adecuadas, empezaron a desarrollarse diversas enfermedades y fue necesario prestar una gran atención a la vez que se distribuían medicamentos, mantas y mosquiteras.
A pesar de todo, todavía hay mucho por hacer, por ejemplo, iniciar programas para proporcionar medios de sustento a la población, para la regeneración social y económica, la reparación de casas y la reconstrucción de escuelas, carreteras y puentes.
Fuente: Misiones Salesianas