La Conferencia Episcopal de Cuba pidió este domingo al gobierno del general Raúl Castro que emprenda reformas políticas democráticas, que acompañen a los cambios económicos que han abierto espacio a la iniciativa privada, en su mensaje más directo al régimen comunista de la isla en dos décadas.
«Las esperanzas de un futuro mejor incluyen también un nuevo orden político», afirmaron los obispos católicos en una carta pastoral titulada «La esperanza no defrauda«.
«Como ha venido ocurriendo en el aspecto económico, creemos imprescindible en nuestra realidad cubana una actualización o puesta al día de la legislación nacional en el orden político«, agregaron.
«Actualización» es el nombre que le da La Habana al proceso de reformas económicas.
La Conferencia Episcopal, que preside el obispo de Santiago de Cuba, Dionisio García, destacó que «Cuba está llamada a ser una sociedad plural, siendo la suma de muchas realidades cubanas», porque «Cuba es la nación de todos los cubanos, con sus diferencias y aspiraciones».
«Debe haber derecho a la diversidad con respecto al pensamiento, a la creatividad, a la búsqueda de la verdad. De la diversidad surge la necesidad del diálogo», añadieron los prelados, que también abogaron por un «diálogo» en favor de la reconciliación nacional».
La Iglesia Católica, que en los años 60 tuvo tensas relaciones con Fidel Castro, es ahora el único interlocutor del gobierno comunista desde que el cardenal cubano Jaime Ortega y Raúl Castro iniciaron en 2010 un inédito diálogo cuyo resultado más sonado fue la excarcelación de unos 130 presos políticos.
Diálogo con la Iglesia
Los obispos también pidieron al general Raúl Castro –quien sustituyó en el mando a su hermano enfermo en 2006- que trate de mejorar los lazos con Estados Unidos, que carece de relaciones diplomáticas con La Habana y mantiene un embargo económico a la isla desde hace medio siglo.
«Se hace necesario considerar las relaciones de Cuba con los Estados Unidos, que durante largas décadas, de diverso modo y de manera constante y profunda, han afectado la vida de nuestro pueblo», dijo la Conferencia.
«En ese sentido, exhortamos, además, a que se fomenten nuevas iniciativas de diálogo«, dice la carta, la más directa en dos décadas desde que los obispos publicaron en 1993 «El amor todo lo puede«, en el momento más duro de la crisis económica que golpeó a Cuba tras la desintegración de la ex Unión Soviética, en 1991.