(ANS – Ciudad Juárez) – El compromiso de los Salesianos de Ciudad Juárez, una de las ciudades más peligrosas del mundo. La Iglesia apoya el Plan Nacional impulsado por el gobierno.
«En el polígono Riberas del Bravo no existen parques ni centros comerciales, campos deportivos o jardines públicos». La relación del antropólogo no deja lugar a dudas, en Ciudad Juárez todavía hay mucho por hacer: «Muchos barrios peligrosos, la gente no tiene ánimo, teme a la policía y a sus métodos agresivos, se presenta violencia en las familias y carecen de espacios públicos». Comenta don Juan Carlos Quirarte Méndez, SDB. Las autoridades locales le han encomendado la tarea de estudiar algunos barrios de la ciudad que desde hace mucho tiempo han estado a la cabeza de los diez centros más peligrosos del mundo.
El gobierno ha puesto en marcha un Plan Estratégico de Seguridad, que desde hace algunos días también cuenta con el apoyo de la Iglesia: el Obispo de Irapuato, Mons. José de Jesús Martínez Zepeda, pidió públicamente a la población el apoyar y contribuir a la realización de este plan. Don Juan Carlos, en Ciudad Juárez, se encuentra justo en el corazón de los problemas de México. Hace veinticinco años, los salesianos decidieron trabajar con los jóvenes en las zonas de alto riesgo del país, a lo largo de toda la frontera con Estados Unidos.
Ciudad Juárez, con un millón 200 mil habitantes, fue escenario de una de las guerras más sangrientas entre los cárteles de la droga, Sinaloa contra Juárez: de 10 mil a 12 mil muertes entre 2007 y 2012. En los últimos años, sin embargo, los homicidios han disminuido: de 3.600 en 2010 a 1.000 en 2012.
Es aquí que trabajan los cuatro salesianos, animando tres oratorios frecuentados por un millar de jóvenes. Deportes, música, danza y teatro; las actividades son las normales, pero aquí tienen un significado especial: «Trabajamos en red con otras organizaciones locales, esta es nuestra singularidad y nuestra fuerza». Don Juan Carlos está convencido que por sí solos no llegarían a ninguna parte. Por esta razón, es importante colaborar con el Estado, incluida la policía.
Las instituciones públicas, sin embargo, no deben ir contra la población. Don Juan Carlos señala que: «La ciudadanía tiene la necesidad de recuperar la confianza en las instituciones públicas. Por esto es necesario por parte de las mismas que las acciones no sean agresivas contra la población y que luego no sean abandonados a su suerte». Lacomunidad salesiana vive en estos barrios desde hace 21 años, trabajando por su desarrollo pacífico.
