OTTAWA (ACI/EWTN Noticias).- Una madre de familia que trabaja dentro del sistema de educación pública Horizon School Division, en Taber, estado de Alberta (Canadá), al que asisten sus hijos y al que cuando niño asistió su esposo, está prohibida de formar parte de la junta directiva solo por ser católica.
En declaraciones recogidas por el Calgary Herald, Tamara Miyanaga, que trabaja en el Ace Place Learning Centre, parte del sistema público local, confesó que al enterarse de la noticia sintió que “de repente, mi voz estaba restringida por razón de mi fe”.
En efecto, la antigua legislación escolar de Alberta establece el criterio de la fe de una persona para determinar si puede aspirar a un cargo administrativo en el sistema público.
Leanne Niblock, portavoz del sistema educativo de Alberta, admitió que “la elegibilidad para votar por un administrativo para un sistema particular es determinado por la fe”.
“Como en el caso del voto, el candidato debe también satisfacer tanto (el requisito de) la residencia física y los criterios de residencia (tales como la fe) como está definido en la sección 44 de la Ley de Escuelas”, indicó.
Miyanaga ha indicado que esta restricción “no sonaba razonable”.
De acuerdo a la legislación estatal, a pesar de que sus hijos asisten a la escuela pública y la familia paga sus impuestos en esa división, debido a su fe solamente puede buscar un cargo administrativo en las escuelas católicas de la región.
Se espera que la situación cambie con una nueva legislación educativa en Alberta, que debería ser promulgada en septiembre de 2015.
Para el superintendente de la Horizon School Division, Wilco Timensen, la situación de Miyanaga se encuentra en “un área gris”, debido a lo antiguado de la ley que rige actualmente.
“Nuestra sociedad está cambiando. Es ciertamente una sociedad diferente de lo que fue hace cinco años, hace 10 años, o incluso hace 100 años”.
Los tres hijos de Tamara Miyanaga han estado en el sistema público desde el jardín, y ahora que dos de ellos están a pocos años de graduarse, ella pensó que podría incorporarse a la directiva para llevar algunas ideas de cómo mejorar el sistema.
Fue cuando comenzó a informarse sobre el tema que se enteró de la normativa que le restringía de ocupar el puesto debido a su fe.
“Para mí fue muy sorprendente. Lo que fue aún más sorprendente fue cómo pocas personas realmente están al tanto del escenario”, dijo.
Miyanaga ha solicitado a las autoridades que apresuren la nueva legislación educativa de Alberta, que borraría la discriminación a los católicos.