(ANS – Roma) – «Son tres las cosas más hermosas que me ha dado el ser del Rector Mayor», dijo ayer, 24 de junio Don Pascual Chávez durante unas breve buenas noches al final de la fiesta dedicada al sucesor de Don Bosco, la cual tuvo lugar en la Casa Generalicia de Roma. Una fiesta que, al final de su segundo mandato, tuvo tonos de agradecimiento por los 12 años de servicio de la autoridad en la Congregación Salesiana.
«El primero fue la posibilidad de conocer más acerca de Don Bosco y, en la medida de lo posible, imitarlo». Don Chávez dijo cómo esta tensión había comenzado cuando don Egidio Viganò (Rector Mayor 1977-1995) lo convocó en 1988 (el centenario de la muerte de Don Bosco) para informarle de su intención de nombrarlo Inspector en Mexico Guadalajara, y le dijo: «¡Don Bosco no morirá si tu quieres ser el Don Bosco del mañana!». «Nunca pensé que esa frase sería guía en mi vida cuando, como Rector Mayor, fui llamado a conocerlo mejor y, sobre todo, a comunicarlo a los demás».
El segundo don recibido como Rector Mayor son los jóvenes, «¡Desde que era joven aspirante consideré los jóvenes un regalo de Dios! Yo entre ellos me siento verdaderamente feliz y lo digo de verdad, siento como natural el ir a su encuentro y relacionarme con ellos. Es un don que Dios me ha hecho, y como siempre digo, son un regalo para todo pueblo; un pueblo que no tiene jóvenes es un pueblo sin futuro». «Como para la sociedad, los jóvenes son un don para la Iglesia y para nosotros como Familia Salesiana. ¡Si hay jóvenes, para nosotros salesianos hay futuro! ¡Por esto renuevo mi llamada a volver a los jóvenes como nuestra razón de ser!»
La posibilidad de descubrir la Familia Salesiana como valor es el tercer regalo que Don Chávez considera recibido al ser Rector Mayor. Desde los primeros encuentros con las Hijas de María Auxiliadora, durante la formación inicial, y el descubrimiento de los otros grupos. «¡Hoy la Familia Salesiana es realmente un árbol! ¡Somos 30 grupos! Es Necesario completar un proceso de unificación que nos lleve a trabajar con objetivos y proyectos comunes. ‘Es en el territorio que la Familia Salesiana se debe hacer presente’, decía Don Vecchi y yo creo que ha llegado el momento de trabajar en esta línea».
La fiesta del Rector Mayor, que continúa la tradición de la fiesta onomástica de Don Bosco, contó, al final de la mañana de ayer, con la celebración de la Eucaristía a la que asistieron varios salesianos de Roma, los Inspectores recientemente nombrados al final de su curso, los Salesianos y el personal laico de la Casa Generalicia. Intervinieron mons. Francesco Giovanni Brugnaro, obispo de Camerino-San Severino Marche, Madre Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora, y algunos Concejeros.
Muchos mensajes de felicitación que el Rector Mayor recibió por parte de los Salesianos, miembros de la Familia Salesiana, amigos de Don Bosco y, sobre todo, jóvenes.