(ANS – Roma) – El Consejero General para la Comunicación Social, Don Filiberto González, en el último año ha emprendido una serie de visitas de animación a las Inspectorías de cinco países que, a su juicio, mantienen una fuerte imagen salesiana evangelizadora, educadora y comunicativa en la Iglesia y en la sociedad del propio país: España, Italia, Polonia, India y Brasil, con el fin de lograr la unidad de criterios y de organización inspectorial y nacional a partir del SSCS.
Esta vez ha visitado del día 8 de noviembre al día 24 del mismo mes, seis inspectorías de la India no visitadas anteriormente: Calcuta, Silchar, Guwahati, Delhi, Chennai y Bangalore. Los encuentros más importantes durante las visitas ha sido, sin más, con el Inspector y su Consejo, y con el Delegado para la CS y su equipo. Dice Don Filiberto: “con el permiso del Rector Mayor, me he encontrado con los Inspectores y sus Consejos porque desde allí comienza el cambio de mentalidad, del nuevo modo de ver la Comunicación en la Congregación, porque allí se reflexionan y toman las decisiones para bien de la Inspectoría y de la misión”.
Por otra parte, nos dice: “el Delegado del Inspector para la CS y su equipo, son el alma, la vida de la CS en cada Inspectoría. Los sectores de la misión salesiana en cada Inspectoría, sin una persona Delegada a tiempo completo, se debilitan y hasta dejan de existir porque no tienen ni presencia ni impulso dentro del concierto Inspectorial. Los sectores que existen en la Congregación nacen de la misión y están a su servicio. La coordinación entre sectores, lo mismo que al interno de ellos mismos, es esencial”.
Por otra parte, siempre de acuerdo con el Consejero General para la Formación, ha dedicado parte del tiempo a visitar las casas de formación: “desde hace seis años los Consejeros Generales para la Formación y la CS elaboraron las ‘Orientaciones para la formación de los Salesianos en CS’. Toca ahora tomar conciencia de su importancia para ponerlas en práctica”, dice Don Filiberto.
En la conciencia de que la formación es primordial, y el futuro de la Congregación y de la CS, durante sus encuentros en las diversas casas de formación afirmó: “todo salesiano, hoy más que nunca, ha de aprender a ser un buen comunicador para poder ser un buen evangelizador-educador. Se trata de tres actitudes y procesos inseparables. Alguno podría pensar que en el pasado se evangelizaba y educaba sin necesidad de la comunicación, pero no es así, y menos lo será en la nueva era, cuando las tecnologías han cambiado las relaciones, base de la educación y la evangelización. Y en lo que a nuevas tecnologías se refiere, la India es líder en la producción y el uso de las mismas”.
A la pregunta sobre las fortalezas encontradas en las seis Inspectorías visitadas, Don Filiberto responde: “los hermanos salesianos de la India han hecho y hacen un grande trabajo educativo, evangelizador y comunicativo. Su realidad es rica y compleja a causa de la diversidad cultural, linguística y religiosa. La primera fuerza de su comunicación es el educar y evangelizar en diversas lenguas locales, por ello se han empeñado en traducciones de la Sagrada Escritura, diccionarios y catequesis de acuerdo a las necesidades de los destinatarios. Me parece que es una nación cuyo pueblo ha desarrollado mucho la visión, y nuestros hermanos salesianos son hábiles en la producción de vídeos y cortos, a punto de ganar premios nacionales e internacionales. Posiblemente no tienen las mejores instalaciones o aparatos, pero tienen grande capacidad de creación, calidad de imaginación”.
Sobre los desafíos, apunta: “la unidad, colaboración y coordinación en cada Inspectoría, así como en el país y con la Congregación, es el principal desafío, de allí la importancia de conocer y aplicar el SSCS desde las casas de Formación y en los órganos de decisión. Otro desafío es el superar visiones reductivas de la CS como ser sólo usuarios o consumidores de medios y tecnología, o sentirse contentos de ser sólo aislados productores sin coordinación con el POI o los demás sectores de la Inspectoría. Por eso lo más importante es que todo salesiano aprenda a ser comunicador del amor de Dios a los jóvenes y clases populares, poniendo siempre como Don Bosco la misión al centro y no a uno mismo. La selección adecuada del mensaje, de los medios y el tipo de producciones, viene como consecuencia de una buena formación y coordinación inspectorial que supere el individualismo y el activismo”.
Para finalizar, le preguntamos si considera que haya algunas actitudes necesaria para ser religiosos comunicadores en la actualidad: “veo tres: autenticidad de vida, dado que comunicamos lo que somos y no lo que aparentamos; profundidad de vida espiritual, dado que que somos amados, llamados y enviados a una misión que se nos confía porque le pertenece a Dios; profesionalidad comunicativa, porque vivimos en una sociedad que exige, y con razón, transparencia, verdad y capacidad para presentarla en lenguajes comprensibles para los hombres de hoy”.