Ya han transcurrido 124 años de presencia Salesiana en el Perú. Un 28 de setiembre de 1891 llegaron los primeros Salesianos e Hijas de María Auxiliadora al Perú.
Un poco de historia
Corría el año 1890 cuando Don Miguel Rúa, el primer sucesor de Don Bosco se decidió a enviar a dos salesianos al Perú para estudiar el teatro de operaciones, ver el terreno y prepararlo. Y así lo hicieron Don Evasio Rebagliati y Don ángel Savio. También visitó Lima Don Santiago Costamagna, por entonces Inspector salesiano en Chile.
Se firmó el contrato en Turín. Las Hijas de María Auxiliadora se harían cargo del Instituto Sevilla, propiedad de la Beneficencia Pública y con ellas llegarían los Salesianos. Por entonces, Salesianos e Hijas de María Auxiliadora formaban una única realidad, que pocos años más tarde, por disposición de la Sede Apostólica, se convertiría en dos Institutos Religiosos hermanos, pero totalmente independientes.
Entonces Don Rúa decidió armar la primera expedición misionera al Perú. Nombró como director fundador al padre Antonio Riccardi a quien Don Bosco mismo había enviado a América como secretario de Monseñor Juan Cagliero, Vicario apostólico de la Patagonia cuando le llegó la obediencia. Viajó a Buenos Aires para embarcarse rumbo al Callao, donde desembarcó un 27 de setiembre de 1891, un día antes que el resto de la expedición.
Los demás se reunieron en la Basílica de María Auxiliadora en Turín, donde Don Rúa les dio la despedida y los envió, con su bendición, a tierras peruanas. Allí estaba, devoto y emocionado, el padre Carlos Pane. él también había sido enviado personalmente por Don Bosco a fundar la primera casa salesiana en España y estaba en Ronda cuando Don Rúa lo llamó a formar parte de la semilla salesiana en tierras peruanas. Completaban la expedición el padre Guido Terzuolo y el hermano Juan Sciolli.
Componían la expedición nueve Hijas de María Auxiliadora bajo la dirección de sor ángela Piai, que luego sería directora de Laura Vicuña en Junín de los Andes.
El 22 de agosto se embarcan en Génova para anclar en el Callao el 28 de setiembre de 1891
Y llegaron …
Los Salesianos llegan al puerto del Callao en medio de la alegría de los Cooperadores Salesianos y personas simpatizantes con el carisma de Don Bosco. Un día antes el Padre Antonio Riccardi sdb, había arribado al Perú procedente de Argentina para sumarse al grupo de Salesianos que fundarían la obra y del cual él sería su primer director.
Los Hijos de don Bosco se establecieron en el populoso barrio del Rímac, al costado del Paseo de las Aguas, para fundar la primera obra: el oratorio festivo. Se inició el 8 de diciembre de 1891 el día que se cumplía 50 años de la fundación del primer oratorio de Don Bosco en Turín. Mientras que Las Hijas de María Auxiliadora se hicieron cargo del Instituto Sevilla, de la Beneficencia Pública de Lima, inaugurado el 26 de diciembre de 1891 para atender a niñas y jovencitas internas y otras externas e impulsar el oratorio y el desarrollo de clases de lectura, catecismo, geografía, botánica y agricultura.
Al año siguiente se da inicio a la Escuela de Artes y Oficios con tres talleres: sastrería, carpintería y zapatería. Al frente de la zapatería estaba un emigrante italiano, José Michi, quien encontrándose a gusto en el pobre e incipiente oratorio, decidió quedarse para siempre y se hizo Salesiano. Fue el primero en tierras peruanas en dar su nombre a la Congregación.
El 15 de agosto de 1892, se inaugura el internado para los artesanos, llegando a tener en ese mismo año 40 internos.
Desde ese entonces la preocupación por la formación integral de la juventud peruana ha sido el único motor de Salesianos e Hijas de María Auxiliadora y aquí radica el sentido de las obras salesianas diseminadas por todo el territorio nacional. Pero se tiene que reconocer que esto no se hubiera hecho posible sin la ayuda de tantos amigos y colaboradores que durante todos estos años también dejaron, junto a nuestros predecesores, sudor y lágrimas en laborioso trabajo del carisma salesiano.
Gracias, jóvenes, miembros de la Familia Salesiana y amigos de Don Bosco y Madre Mazarello por permitirnos servirles durante 124 años, dejándonos entrar en sus corazones. Por ello renovamos nuestro compromiso con el Perú en el progreso de esta gran nación.
Fuente: Salesianos del Perú