(ANS – Ciudad del Vaticano) – Hace 50 año el Papa Pablo VI, periodista, poeta y escritor, tuvo la genial idea de iniciar esta reflexión sobre el comunicación. En este año el Papa Francisco ha entregado el mensaje de la 50° jornada mundial de las Comunicaciones con el título: “Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo”. Nuestra sociedad ha perdido el valor de la comunicación. Nuestras comunicaciones se han trastocado con un sin fin de medios y muchas veces el nivel de comunicación se confunde con la mera información.
El Papa Fracisco ponen énfasis en la palabra que sana, que cura, que redime, pero muchas veces, si no existe un cuidado especial, puede destruir relaciones, pueblos y naciones. Es necesario, insiste el Papa, que lo “fundamental es saber escuchar. Comunicar significa compartir, y para compartir se necesita escuchar, acoger”. Insiste que escuchar es una tarea muy difícil. “Escuchar– ha insistido – significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro”.
La insistencia del Papa al mundo de la escucha, va al mundo de la misericordia, del saber estar al lado del que nos necesita. Por ello, afirma que “el encuentro entre la comunicación y la misericordia es fecundo en la medida en que genera una proximidad que se hace cargo, consuela, cura, acompaña y celebra. En un mundo dividido, fragmentado, polarizado, comunicar con misericordia significa contribuir a la buena, libre y solidaria cercanía entre los hijos de Dios y los hermanos en humanidad.
El Tema de la Jornada Mundial de la Comunicación acentúa que en la comunicación se debe abrir espacios para el diálogo, para la comprensión recíproca y la reconciliación, permitiendo de ese modo que florezcan encuentros humanos fecundos. “En un momento – ha escrito un periodista – en el que nuestra atención se dirige a menudo a muchos comentarios en los medios sociales que trasgreden, la JMC del Papa nos recuerda el poder de las palabras y de los gestos para superar las incomprensiones, para curar las memorias, para construir la paz y la armonía”.