Czesław Jóźwiak, Edward Kaźmierski, Franciszek kesy, Edward Klinik y Jarogniew Wojciechowski eran 5 jóvenes del Oratorio de Poznan, Polonia, unidos en el martirio (24 de agosto, 1942) y en la beatificación (13 de junio de 1999 en Varsovia). Fueron animadores del Oratorio, amantes de la música, el teatro, los deportes, empeñados en la catequesis y unidos por una intensa vida espiritual. En septiembre de 1940 fueron detenidos bajo la acusación de pertenecer a una organización ilegal. Edward Klinik, el primero en ser detenido, le escribió a su madre: «Puedes estar tranquila por mí, porque yo voy a la batalla de la vida con una fe firme. Sé que aquel a cuya protección me confié, convirtiéndome en uno de sus caballeros, vela por mí y nunca me abandonará «. También fueron arrestados los otros, compartieron durante meses humillaciones y torturas, apoyados por una fe firme y decidida, una profunda devoción a María, y una amistad fraternal.
Condenados sin el debido proceso, sin ninguna posibilidad de defensa, y en todo caso, por razones que no justifican la pena de muerte, dieron un ejemplo heroico de fe y vida cristiana. La habían adquirido en el Oratorio Salesiano de Poznań, y sacaron de ella la fuerza para aceptar con serenidad la «voluntad de Dios» hasta perdonar a sus verdugos según el más genuino espíritu del Evangelio.
Los cinco jóvenes mártires son modelo para tantos jóvenes que todavía hoy, en no pocas partes del mundo, sufren a causa de su fe. Para todos los jóvenes son verdaderos modelos de vida, que les indican las difíciles pero fascinantes metas de la santidad juvenil.