(ANS – Medellín) – Anhelaban que el Papa Francisco los encontrara. No fue posible, pero la espera por la llegada del Papa a Colombia (6 al 11 de septiembre), es igualmente grande en “Ciudad Don Bosco” de Medellín. Esta obra está gestionada por los salesianos y dirigida por el P. Rafael Bejarano. “Junto con los ex niños soldados que viven en nuestras instalaciones, todos estaremos presentes en la Santa Misa con el Papa”, nos explica el Sr. James Areiza, coordinador general de los programas de protección y prevención.
“Ciudad Don Bosco” es un lugar único. En esta zona se encuentra activo el Proyecto “CAE Construyendo Sueños”, que han reinsertado socialmente a un promedio de 2.500 niños soldados que huyeron de las guerrillas (FARC y ELN) o capturados por el ejército, llamados desvinculados. El porcentaje de reincorporación positiva para estos niños es del 85%, y para narrar la experiencia se preparó el documental “Alto el fuego”, producido por «Misiones Salesianas» de Madrid.
El Sr. Areiza explica que “en los últimos meses, han continuado llegando niños principalmente de la ELN, mientras que los de las FARC han cesado. Pero muchos de los menores se han quedado hasta el último en la guerrilla, y que actualmente están saliendo de las zonas de concentración”.
Algunos de ellos llegan a “Ciudad Don Bosco”: “Es importante que estudien, y busquen a sus familias…” Para los ex niños soldados hospedados en nuestras estructuras, “el viaje es largo, y puede durar años. La primera etapa es la educación en relación a los otros, y para ello creamos amistad y confianza. Junto a ello, introducimos el proceso comunitario proponiendo el estudio, la formación profesional, y la capacidad de cuidar de la propia vida. Nuestra pedagogía está basada en la esperanza”. Y una gran esperanza es la que nos traerá el Papa Francisco: “El acuerdo de paz abrió un camino, aunque tardará mucho tiempo”.
Es importante abrir espacios de reconciliación y de perdón, es bueno saber que los primeros en darse cuenta de esta realidad son las víctimas”. Por supuesto, concluye Areiza, también hay problemas: “Ahora estamos viendo, por ejemplo, una gran corrupción. Además, si la guerrilla pierde su capacidad de reclutamiento, no es el caso de las bandas criminales, las llamadas Bacrim, que están muy presentes en Medellín.
Es por eso que “Ciudad Don Bosco” con el proyecto llamado “Derecho a soñar” busca prevenir en los barrios de la ciudad a los niños y jóvenes antes de que sean reclutados o sean víctimas de la explotación sexual”.
Fuente: agensir.it