(ANS – Manzanillo)– María Luisa Corrales, tiene 86 años. Vive en Manzanillo. En una de las paredes de su casa cuelga un cuadro de Don Bosco que pertenecía a su madre. Después de haber leído la biografía del santo, cada semana, cuando se le llevaba la comunión, comenzó a compartir algo que le interesaba sobre él. Un día mostró un folleto con el sello de salesiana cooperadora de su mamá. Así nació el deseo de conocer la historia de la presencia del carisma de Don Bosco en Manzanillo.
Por Ileana Planells Valdespino
Por iniciativa de una hermana que realizó un donativo, en el año 1948, comienza la construcción de la Capilla de San Juan Bosco, en un terreno en el cual se encontraba una hortaliza. En 1949 todavía con el piso de tierra, se comienza a dar catequesis y a celebrar la Eucaristía. El sacerdote que ofrecía las misas y ayudaba en la catequesis fue Fray Miguel Akdaz, para todos, el padre Miguelito.
La fundación de la Capilla se declara oficialmente el 5 de octubre de 1950 con la llegada de la Virgen de Fátima a Manzanillo, la cual permanecía varios días en la capilla y todas las tardes se sacaba a visitar el barrio para que los vecinos la honraran. Por las salidas diarias, la llamaron cariñosamente “la callejera”.
En el año 1961 se cerró la Capilla a razón de la expulsión de los sacerdotes del país. En 1965, estando cerrada la Capilla, se presentaron unos funcionarios de Educación pidiendo que se les entregaran las llaves de la Capilla para abrir una escuela. Este acto fue negado por la persona que tenía bajo custodia dichas llaves, impidiendo así que se apropiaran de los locales.
En 1967 un grupo de fieles, entre los que se encontraban Ileana Planells, Fara Reyes, Anita Pulle, Teresita Pulle, Gicela Garcia, Nenita Alár, Sofia Reyes y otras, decidieron abrir sus puertas. La apertura de la misma dio inicio a la catequesis y más tarde a la Celebración de la Palabra los domingos, así como un teatro de títeres. En esta condición se mantuvo hasta la llegada del P. Rodolfo Sánchez, quien comienza a celebrar la Misa con la asistencia de solo siete fieles: Marín Pérez, Ileana Plonells, María Julia Barona, Pedro Melina, Cuca Sánchez y María Dolores Ortéz; algunas ya fallecieron y otras se encuentran siendo muy activos.
En 1991, llegaron las hermanas salesianas: sor Rosa María Negrete, sor Severina, sor Josefa Cuello y sor Enrica. Estas hermanas mantuvieron siempre la catequesis y otras actividades. En este año del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, gracias al Postulante Orestes, llegaron un grupo de veinte jóvenes adolescentes para hacer el catecumenado y a profundizar sobre espiritualidad salesiana con la ayuda de las hermanas.