CLEVELAND (ACI/EWTN Noticias).- Mientras la prensa espera el testimonio de las tres mujeres rescatadas de un secuestro que duró diez años, se comienzan a conocer los detalles de la cuarta víctima del secuestrador de Cleveland: la pequeña Jocelyn, una niña concebida en una de las tantas violaciones que sufrió Amanda Berry.
Amanda fue secuestrada el 21 de abril de 2003, un día antes de cumplir 17 años de edad. Fue mantenida todo este tiempo en cautiverio por Ariel Castro, un chofer de autobús escolar que hoy tiene 52 años. El sujeto secuestró un año antes a Michel Knight, entonces de 21 años, y en el año 2004 a Gina DeJesus, que solo tenía 14 años de edad.
Las investigaciones indican que las tres mujeres fueron tratadas como esclavas sexuales, las recluyeron en habitaciones separadas y solo se habrían comunicado en contadas ocasiones.
La historia de horror terminó el 6 de mayo luego que los gritos de Amanda -que aprovechó la ausencia de Castro- llamaran la atención de un vecino que pasaba frente a la casa y que decidió irrumpir y alertar a las autoridades.
Las mujeres fueron rescatadas junto a Jocelyn, una niña de solo 6 años de edad que ha sido identificada como hija de Amanda con Ariel Castro. La niña no se separa de su madre quien demuestra un gran amor por la pequeña. Las autoridades han decidido procesar a Castro por cuatro cargos de secuestro, incluyendo a Jocelyn como una de sus víctimas.
Las investigaciones indican que Jocelyn nació en la Navidad de 2006, en un parto atendido al interior de la casa por Michelle Knight, en una piscina de plástico colocada por Castro en una de las habitaciones.
La bebé habría dejado de respirar algunos segundos, pero Knight le dio respiración boca a boca, y logró salvar su vida. Castro la habría amenazado de muerte si la niña no sobrevivía.
Fuentes policiales informaron a la prensa que durante el largo secuestro, las tres mujeres habrían sufrido violaciones y abortos, productos de los golpes de su captor.
Michelle habría sido la mujer con la que más se ensañó el secuestrador. Según algunos reportes periodísticos, habría llegado a sufrir hasta cinco abortos debido a sus maltratos. Castro la dejó sin alimento por dos semanas y la golpeó reiteradamente hasta perder a los bebés.
Los vecinos de Castro denunciaron haber reportado antes situaciones sospechosas, que no fueron tomadas seriamente por las autoridades, como haber visto «mujeres encadenadas» y «mujeres desnudas gateando en el jardín».
Dos de las tres jóvenes ya se reunieron con sus familias. Michelle Knight permanece internada en el hospital local, recuperándose de las lesiones y fracturas, algunas en el rostro, así como sordera, a causa de los golpes de Ariel Castro.
Para Sonia Ruiz, tía Gina DeJesus, lo ocurrido es «un milagro» y prueba que «Dios lo es todo y el que no crea en Dios debe creer en Dios ahora».